L D (EFE) Rose, que comenzó dubitativo -tres abajo en los dos primeros hoyos- ante la sombra de Harrington -último campeón del Abierto Británico-, recompuso su figura y selló el par (71), que le mantienen en cabeza con cuatro abajo y como único golfista que vence al campo después de 54 hoyos. El inglés y Harrington protagonizaron el mano a mano más interesante en lo que va de torneo, en una tercera jornada muy difícil por el viento, y pese al afeitado del 'rough'.
Gane o no el título, el aplomo de Rose fue digno de todo elogio, con Harrington como testigo. La ventaja de cuatro golpes para el inglés es ideal para abrir las apuestas. No es casualidad, pues, que Rose y Harrington se disputen no sólo el título en Valderrama (666.660 euros de premio) sino también la Orden de Mérito que encumbra al mejor golfista del año en Europa.
La pelea entre ambos no cegó la ambición del resto. Así, el inglés Simon Dyson se empareja con Harrington en el segundo puesto, mientas que a siete golpes figura otro grupo de jugadores encabezados por el inglés Ian Poulter, el escocés Colin Montgomerie y el alemán Martin Kaymer, este último el mejor de la jornada con 66 golpes.
Mientras el viento jugueteaba violentamente con las pesadas ramas de los alcornoques y lanzaba sus bellotas sobre las cabezas de los numerosos aficionados, la mejor baza española, Jiménez, ondeaba la bandera blanca después de firmar 77 golpes. Jiménez sucumbió al fuerte oleaje en Valderrama, mientras Sergio García no pasó de discreto (73 golpes) y Gonzalo Fernández-Castaño se ahogó (77).
Rose tiene su estoque sobre el gaznate del irlandés, arrinconado éste a falta de una vuelta hasta el borde de la plancha, como los piratas apunto de enviar a su adversario como desayuno de los tiburones. El inglés, de 37 años y esta temporada rozando las victorias (siempre por debajo del puesto decimotercero en los cuatro 'grandes'), recordará esta vigésima edición del Volvo: sufrió un virus estomacal el primer día, que no le impidió, en cambio, lograr desde el tercer 'tee' su primer hoyo en uno en el circuito europeo. Después, saltó al liderato en la segunda jornada y este sábado, ante su máximo adversario para adjudicarse el trono en Europa, dio el do de pecho con una soberbia actuación.
Sin embargo, lo que parece justo Valderrama es capaz de arruinarlo y así la carrera de Rose hacia el título y la Orden de Mérito puede quedarse en el escalofriante 'shock' del esfuerzo sin premio.
Gane o no el título, el aplomo de Rose fue digno de todo elogio, con Harrington como testigo. La ventaja de cuatro golpes para el inglés es ideal para abrir las apuestas. No es casualidad, pues, que Rose y Harrington se disputen no sólo el título en Valderrama (666.660 euros de premio) sino también la Orden de Mérito que encumbra al mejor golfista del año en Europa.
La pelea entre ambos no cegó la ambición del resto. Así, el inglés Simon Dyson se empareja con Harrington en el segundo puesto, mientas que a siete golpes figura otro grupo de jugadores encabezados por el inglés Ian Poulter, el escocés Colin Montgomerie y el alemán Martin Kaymer, este último el mejor de la jornada con 66 golpes.
Mientras el viento jugueteaba violentamente con las pesadas ramas de los alcornoques y lanzaba sus bellotas sobre las cabezas de los numerosos aficionados, la mejor baza española, Jiménez, ondeaba la bandera blanca después de firmar 77 golpes. Jiménez sucumbió al fuerte oleaje en Valderrama, mientras Sergio García no pasó de discreto (73 golpes) y Gonzalo Fernández-Castaño se ahogó (77).
Rose tiene su estoque sobre el gaznate del irlandés, arrinconado éste a falta de una vuelta hasta el borde de la plancha, como los piratas apunto de enviar a su adversario como desayuno de los tiburones. El inglés, de 37 años y esta temporada rozando las victorias (siempre por debajo del puesto decimotercero en los cuatro 'grandes'), recordará esta vigésima edición del Volvo: sufrió un virus estomacal el primer día, que no le impidió, en cambio, lograr desde el tercer 'tee' su primer hoyo en uno en el circuito europeo. Después, saltó al liderato en la segunda jornada y este sábado, ante su máximo adversario para adjudicarse el trono en Europa, dio el do de pecho con una soberbia actuación.
Sin embargo, lo que parece justo Valderrama es capaz de arruinarlo y así la carrera de Rose hacia el título y la Orden de Mérito puede quedarse en el escalofriante 'shock' del esfuerzo sin premio.