L D (EFE) En una comparecencia ante la prensa convocada a título personal y en la que no aceptó preguntas "para no generar más polémica", Arrese lamentaba haberse enterado "a través de los medios de comunicación" de que no seguiría junto a Juan Bautista Avendaño como capitán del equipo. "Al día siguiente, nos convocan a una reunión con el presidente de la Federación, el director deportivo y el director general", explica Arrese, "y el presidente nos reconoció que es cierto que nos prometió dos años como G-2, utilizando, según sus propias palabras, su fuerza dentro de la junta directiva, ya que su núcleo duro lograría sin problemas la renovación".
El ex tenista desvela que tanto él como Avendaño pidieron a Pedro Muñoz "que no jugara con nosotros, porque nuestra idea inicial era no seguir tras ganar la Davis en Sevilla a menos que se nos ofreciera la continuidad por dos años, porque creíamos que ese era el plazo de trabajo que necesitaríamos". Para refrendar sus tesis, Arrese destaca que Eslovaquia, verdugo de España, "está en la final", y que "hemos logrado derrotar a Italia en su casa por primera vez en la historia". Además, el ex capitán señala que Pedro Muñoz "nos pidió que confiáramos en su palabra en el momento de la renovación por dos años, como habíamos confiado en Agustí Pujol", ex presidente de la RFET.
Arrese, quien leyó un discurso previamente escrito, dejó para el final "lo más importante", el capítulo de agradecimientos, empezando por "todos y cada uno de los seguidores de Copa Davis". También tuvo palabras de recuerdo para su compañero del G-2, Avendaño. "Quiero destacar la ayuda, amistad, profesionalidad y entendimiento que Juan Avendaño me ha demostrado durante estos cinco años, y en este último como si hubiésemos sido un G-1 confío en que la vida me dé la oportunidad de volver a trabajar con él", decía Aresse con la voz tomada por la emoción.
El ex capitán recuerda, asimismo, "la aportación de Josep Perlas", miembro del G-3, y subraya a "los verdaderos artífices del éxito", los jugadores. "De cada uno me quedo con lo mejor, que es mucho. Podré haber estado más o menos acertado en mis decisiones, pero estas siempre fueron profesionales y nunca personales", asegura. Para cerrar su discurso, Arrese recordaba la figura del anterior presidente, Agustí Pujol, y "su confianza incondicional" y agradecía emocionado la ayuda de "mis amigos, mi familia, y en especial, mi mujer, que desde la sombra me han apoyado con todo su cariño". "Algunos prefieren que se hable de ellos, aunque sea bien. En mi caso, prefiero que no se hable de mí, pero el tiempo pondrá a cada uno en su lugar", sentenció Arrese antes de dar por finalizada su comparecencia.
El ex tenista desvela que tanto él como Avendaño pidieron a Pedro Muñoz "que no jugara con nosotros, porque nuestra idea inicial era no seguir tras ganar la Davis en Sevilla a menos que se nos ofreciera la continuidad por dos años, porque creíamos que ese era el plazo de trabajo que necesitaríamos". Para refrendar sus tesis, Arrese destaca que Eslovaquia, verdugo de España, "está en la final", y que "hemos logrado derrotar a Italia en su casa por primera vez en la historia". Además, el ex capitán señala que Pedro Muñoz "nos pidió que confiáramos en su palabra en el momento de la renovación por dos años, como habíamos confiado en Agustí Pujol", ex presidente de la RFET.
Arrese, quien leyó un discurso previamente escrito, dejó para el final "lo más importante", el capítulo de agradecimientos, empezando por "todos y cada uno de los seguidores de Copa Davis". También tuvo palabras de recuerdo para su compañero del G-2, Avendaño. "Quiero destacar la ayuda, amistad, profesionalidad y entendimiento que Juan Avendaño me ha demostrado durante estos cinco años, y en este último como si hubiésemos sido un G-1 confío en que la vida me dé la oportunidad de volver a trabajar con él", decía Aresse con la voz tomada por la emoción.
El ex capitán recuerda, asimismo, "la aportación de Josep Perlas", miembro del G-3, y subraya a "los verdaderos artífices del éxito", los jugadores. "De cada uno me quedo con lo mejor, que es mucho. Podré haber estado más o menos acertado en mis decisiones, pero estas siempre fueron profesionales y nunca personales", asegura. Para cerrar su discurso, Arrese recordaba la figura del anterior presidente, Agustí Pujol, y "su confianza incondicional" y agradecía emocionado la ayuda de "mis amigos, mi familia, y en especial, mi mujer, que desde la sombra me han apoyado con todo su cariño". "Algunos prefieren que se hable de ellos, aunque sea bien. En mi caso, prefiero que no se hable de mí, pero el tiempo pondrá a cada uno en su lugar", sentenció Arrese antes de dar por finalizada su comparecencia.