L D (EFE) Muchos ven en Platini la posibilidad de una reforma radical de la UEFA, lo que algunos, especialmente a los representantes de las grandes naciones futbolísticas, ven con temor, porque los cambios podrían llegar demasiado rápido. La idea de Platini es, ante todo, darle más juego a las naciones pequeñas y medianas y de allí se espera que vengan la mayor parte de los votos para el candidato francés. La estrategia es buena, ya que los estatutos de la UEFA hacen que, a la hora de elegir el presidente o tomar otro tipo de decisiones, el poder de los países grandes se vea disminuido ya que cada Federación tiene un solo voto.
Esto eso que aunque Inglaterra, España, Alemania, Francia e Italia formen en determinado momento un bloque unificado para tomar una decisión importante, ésta puede ser contrarrestado por una alianza entre países como Malta, Luxemburgo, San Marino, Andorra y Liechtenstein. Esa circunstancia hace casi imposible que un congreso de la UEFA tome alguna decisión que vaya claramente en contra de los intereses de los pequeños y medianos y favor de los grandes. Por eso, Franz Beckenbauer, que aspira a ser elegido en el congreso de los próximos días como representante de la UEFA en el Comité Ejecutivo de la UEFA, parece haber abandonado una idea que defendió en el pasado como presidente del Bayern de Múnich.
La idea era que los países pequeños tuvieran que jugar una "preclasificación" para la Eurocopa y el Mundial y así evitarle a los grandes la acumulación de partidos contra equipos de poco interés deportivo y a los grandes clubes la obligación de ceder para ellos a sus jugadores. "En el pasado pensé que eso tal vez sería bueno. Pero no se va dar. Con un voto por cada federación, el que quiera imponer algo así está liquidado", ha dicho Beckenbauer.
En cambio, ideas que abran posibilidades a los pequeños y medianos pueden tener más perspectivas de éxito, los grandes son menos, y Michel Platini lo sabe y por eso uno de los caballos de batalla de su campaña electoral ha sido la de la reforma de la Liga de Campeones. Platini quiere reducir a tres plazas el cupo máximo para las grandes naciones, actualmente son cuatro, para, según ha dicho, aumentar la igualdad de oportunidades en la competición.
A los grandes eso es algo que no puede agradarles demasiado aunque algunos lleguen a pensar que acaso sea mejor resignarse a ello. A los pequeños no les ayuda mucho pero a los medianos -sobre todo a los países del este y sureste europeo- puede abrirles nuevos cupos en la máxima competición de clubes europea. Por ello, no es de extrañar que Platini haya concentrado su campaña justamente en esa zona de Europa. De Serbia, por ejemplo, el internacional francés se ha llevado un buen eco, al igual que de otros países de la región.
En cambio, entre los grandes la situación de Platini es más difícil. España y Alemania han manifestado abiertamente que votarán por Johansson y aunque en Italia hay el sentimiento invita a votar por la vieja estrella de la Juventus hay otra serie de razones que apuntan a una decisión a favor de Johannson. Una de esas razones es el agradecimiento por el apoyo que Italia recibió de la UEFA y su presidente a la hora de resolver la crisis en que se vio envuelta en la temporada pasada tras el escándalo por la manipulación de partidos en la liga.
Inglaterra no se ha manifestado y en Francia es de esperar que el voto sea para Platini por razones obvias. La carta de Johannson, en cambio, es el tiempo que lleva manejando con éxito la organización y los motivos de agradecimiento que tienen con él muchas federaciones.
Esto eso que aunque Inglaterra, España, Alemania, Francia e Italia formen en determinado momento un bloque unificado para tomar una decisión importante, ésta puede ser contrarrestado por una alianza entre países como Malta, Luxemburgo, San Marino, Andorra y Liechtenstein. Esa circunstancia hace casi imposible que un congreso de la UEFA tome alguna decisión que vaya claramente en contra de los intereses de los pequeños y medianos y favor de los grandes. Por eso, Franz Beckenbauer, que aspira a ser elegido en el congreso de los próximos días como representante de la UEFA en el Comité Ejecutivo de la UEFA, parece haber abandonado una idea que defendió en el pasado como presidente del Bayern de Múnich.
La idea era que los países pequeños tuvieran que jugar una "preclasificación" para la Eurocopa y el Mundial y así evitarle a los grandes la acumulación de partidos contra equipos de poco interés deportivo y a los grandes clubes la obligación de ceder para ellos a sus jugadores. "En el pasado pensé que eso tal vez sería bueno. Pero no se va dar. Con un voto por cada federación, el que quiera imponer algo así está liquidado", ha dicho Beckenbauer.
En cambio, ideas que abran posibilidades a los pequeños y medianos pueden tener más perspectivas de éxito, los grandes son menos, y Michel Platini lo sabe y por eso uno de los caballos de batalla de su campaña electoral ha sido la de la reforma de la Liga de Campeones. Platini quiere reducir a tres plazas el cupo máximo para las grandes naciones, actualmente son cuatro, para, según ha dicho, aumentar la igualdad de oportunidades en la competición.
A los grandes eso es algo que no puede agradarles demasiado aunque algunos lleguen a pensar que acaso sea mejor resignarse a ello. A los pequeños no les ayuda mucho pero a los medianos -sobre todo a los países del este y sureste europeo- puede abrirles nuevos cupos en la máxima competición de clubes europea. Por ello, no es de extrañar que Platini haya concentrado su campaña justamente en esa zona de Europa. De Serbia, por ejemplo, el internacional francés se ha llevado un buen eco, al igual que de otros países de la región.
En cambio, entre los grandes la situación de Platini es más difícil. España y Alemania han manifestado abiertamente que votarán por Johansson y aunque en Italia hay el sentimiento invita a votar por la vieja estrella de la Juventus hay otra serie de razones que apuntan a una decisión a favor de Johannson. Una de esas razones es el agradecimiento por el apoyo que Italia recibió de la UEFA y su presidente a la hora de resolver la crisis en que se vio envuelta en la temporada pasada tras el escándalo por la manipulación de partidos en la liga.
Inglaterra no se ha manifestado y en Francia es de esperar que el voto sea para Platini por razones obvias. La carta de Johannson, en cambio, es el tiempo que lleva manejando con éxito la organización y los motivos de agradecimiento que tienen con él muchas federaciones.