L D (EFE) Joaquín ha querido quitar importancia a su lesión para devolver la tranquilidad a su club, el Real Betis. El jugador admite que no está al máximo pero que ya no siente los dolores en el abdomen que le impidieron jugar en Barcelona el último partido de Liga, previo a la concentración con la selección.
"Al cien por cien no me encuentro pero he tenido una mejoría muy grande. Puede correr, golpear el balón, entrenar con más intensidad. Estoy mucho mejor y no tengo dolor pero no estoy al máximo de mis posibilidades", aclaró. "Es normal las quejas que llegan desde Sevilla. Salí de allí con mucho dolor, no fui con el Betis a Barcelona, y es normal que se preocupen por mi estado porque cuando deje la selección tengo que volver para jugar. Ellos saben que si estoy aquí es porque estoy bien porque si no me marcharía", añadió.
Joaquín reconoció que en una eliminatoria de la importancia que tiene la que afronta España ante Noruega, un jugador quiere estar como sea, aunque tenga que conformarse con el banquillo, como parece su caso al tener delante a Joseba Etxeberría. "Quiero estar aunque sea en el banquillo. Para mi sería una ilusión grande jugar en Valencia. Hasta el sábado quedan dos días por delante, en los que si la lesión me va respondiendo, voy a estar para jugar", manifestó.
El centrocampista bético elogió la respuesta de la afición española, "Mestalla lleno nos va a ayudar mucho"; y analizó el ambiente que se ha respirado en tres días de concentración en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. "Entre nosotros hay una motivación especial. La gente está muy metida y es muy importante. Un partido así lo requiere y vamos a poner todos los medios para sacar un buen resultado", dijo. "En el fútbol no hay nada escrito. Si el resultado no se da en la ida queda un partido en Noruega con más complicaciones. Antes den jugar no podemos decir que estamos ya en Portugal ni tampoco pensar en que las cosas pueden salir mal y que Iñaki Saez se puede marchar de la selección", concluyó.