L D (EFE) "Me he encontrado con un vestuario unido al que le quedan muchas fuerzas por entregar y en el que no distingo entre jóvenes y veteranos, sino que lo veo como un fuerte grupo que está convencido de que vamos a lograr nuestro objetivo", reconocía Iriondo al termino de su primer contacto con los jugadores del primer equipo del Rayo Vallecano, en los vestuarios del estadio Teresa Rivero. El que hasta la fecha ha sido técnico del filial reconoce que no se encontró con un vestuario hundido pese a estar en una mala situación deportiva y que hasta el miércoles, desde las 11,00 horas, no hablará con su plantilla de los cambios tácticos y de forma de juego que sufrirán bajo su dirección.
Al termino de la reunión, los capitanes Miguel Ángel Sánchez Míchel y Pablo Sanz, demostraban que al igual que su nuevo entrenador, están convencidos de sus posibilidades de salvación. "Hay sensaciones positivas en el equipo tras el primer encuentro con el entrenador. Piensa como nosotros, que tenemos calidad para lograr la salvación y ahora hay que demostrarlo en los nueve partidos que quedan, en los que pondremos todo para ganarlos", dice Míchel. "No hay que pensar en el pasado ni en lo que ya ha ocurrido con los entrenadores, sino que vamos a adaptarnos rápido a un entrenador como Iriondo que nos conoce bien y empezar a ganar partidos, que es la única forma con la que se acaban los problemas", añade.
Míchel no lamenta que el próximo partido para comenzar la reacción sea una visita tan complicada como la que tienen que realizar a Anoeta frente a la Real Sociedad. "En el Bernabéu demostramos que jugar en un campo grande se nos puede dar bien. Seguro que podemos dar mucha guerra en Anoeta y porque no, pensar en traernos algo positivo para después vencer en casa que es lo que de verdad nos hace falta", admite.
Mientras, Pablo Sanz no ha querido mostrar su opinión sobre el cambio de técnico transmitiendo responsabilidades a la directiva y entiende que la plantilla en esta ocasión no haya demostrado su desacuerdo como hizo con Fernando Vázquez, aunque admite "estar triste" por Benítez al que califica como "una gran persona". "Tenemos que conocer rápido a Iriondo y sus métodos. Viene con toda la intención de ayudarnos, consciente de que nos estamos jugando la vida. La plantilla no debe meterse en las decisiones que toma la directiva y tenemos que limitarnos a trabajar", concluyó.
Al termino de la reunión, los capitanes Miguel Ángel Sánchez Míchel y Pablo Sanz, demostraban que al igual que su nuevo entrenador, están convencidos de sus posibilidades de salvación. "Hay sensaciones positivas en el equipo tras el primer encuentro con el entrenador. Piensa como nosotros, que tenemos calidad para lograr la salvación y ahora hay que demostrarlo en los nueve partidos que quedan, en los que pondremos todo para ganarlos", dice Míchel. "No hay que pensar en el pasado ni en lo que ya ha ocurrido con los entrenadores, sino que vamos a adaptarnos rápido a un entrenador como Iriondo que nos conoce bien y empezar a ganar partidos, que es la única forma con la que se acaban los problemas", añade.
Míchel no lamenta que el próximo partido para comenzar la reacción sea una visita tan complicada como la que tienen que realizar a Anoeta frente a la Real Sociedad. "En el Bernabéu demostramos que jugar en un campo grande se nos puede dar bien. Seguro que podemos dar mucha guerra en Anoeta y porque no, pensar en traernos algo positivo para después vencer en casa que es lo que de verdad nos hace falta", admite.
Mientras, Pablo Sanz no ha querido mostrar su opinión sobre el cambio de técnico transmitiendo responsabilidades a la directiva y entiende que la plantilla en esta ocasión no haya demostrado su desacuerdo como hizo con Fernando Vázquez, aunque admite "estar triste" por Benítez al que califica como "una gran persona". "Tenemos que conocer rápido a Iriondo y sus métodos. Viene con toda la intención de ayudarnos, consciente de que nos estamos jugando la vida. La plantilla no debe meterse en las decisiones que toma la directiva y tenemos que limitarnos a trabajar", concluyó.