L D (EFE) Los siete puntos de ventaja con los que el británico llega se antojan casi definitivos mientras que al brasileño sólo le queda aguardar una campanada para evitarlo. En el panorama de múltiples variables Hamilton es el que tiene todo a su favor, ya que sería campeón si acaba en alguno de los cinco primeros puestos, independientemente de lo que haga Massa. En el caso de acabar sexto o séptimo, el inglés lograría el título si el brasileño acaba no más arriba del segundo puesto. Y si termina octavo, sólo precisaría que Massa no cruzara la línea de meta más arriba del tercer lugar. Hamilton también podría ser campeón sin puntuar en Interlagos, siempre y cuando Massa no acabe más arriba del tercer puesto.
Felipe Massa ha cargado toda la presión sobre la espaldas de Lewis Hamilton. El brasileño es consciente de que nada tiene que perder y se ampara en las opciones que puede otorgarle este deporte, en el que otros muchos factores pueden dar la vuelta a la lógica que las cifran imponen. Para ser campeón, Massa, ganador de esta carrera el año pasado, necesita ganar en su casa y que Hamilton termine sexto o por debajo, o ser segundo y que su rival no sume más de un punto, el que otorga el octavo puesto. En el caso de empate a puntos, el campeón sería Felipe Massa por contar con un mayor número de victorias (seis contra cinco) y segundos puestos (tres contra dos).
El título de Constructores también está en juego en el circuito de Interlagos. En este caso es Ferrari el que parte con ventaja dados los once puntos de renta con los que llega a la prueba final respecto a McLaren-Mercedes. Ron Dennis, jefe de la escudería anglo-germana, ha asegurado que su prioridad es el título de pilotos, pese a los beneficios económicos que el campeonato de Constructores aporta a los equipos y sobre todo para olvidar los nefastos efectos que para el equipo tuvo el tumultuoso año 2007. Su objetivo no es otro que ganar un titulo, el de pilotos, que su escudería no gana desde 1999. El último en lograrlo fue el finlandés Mika Hakkinen. Hamilton asegura haber aprendido de sus propios errores, lo que hace un año le privaron del título en su debut. Ahora más que nunca necesita templar los nervios y que su efusividad no vuelva a jugarle una mala pasada.
Y el español Fernando Alonso (Renault), descargado de toda presión, afronta la carrera con el objetivo de cerrar de la mejor manera posible una temporada que fue nefasta hasta el tramo final, en el que llegaron dos victorias (Singapur y Japón) que hasta no hace mucho parecían impensables. Alonso quiere despedirse al menos con un podio en la prueba en la que logró en 2005 y 2006 sus dos títulos mundiales. Y lo hace con toda la relajación y consciente de que después de Singapur y Fuji su equipo cree que "ahora que todo es posible".