(Libertad Digital) Iniesta se ha erigido en el héroe de la noche en Londres al empatar un partido que estaba prácticamente perdido. Hasta entonces, el Barça, maniatado por el juego físico del Chelsea, no había chutado ni una sola vez entre los tres palos de la portería defendida por Petr Cech.
Había mucha expectación por saber si el Chelsea se atrevería a repetir, ante su afición, el planteamiento ultradefensivo que exhibió en el Camp Nou. Y lo hizo. Nada que reprocharle. Al Barça, si le juegas de tú a tú, te mata, y el Real Madrid pudo comprobarlo el pasado sábado en el 'superderbi' Bernabéu. Guus Hiddink pareció tomar buena nota de ello. Volvió a renunciar al balón y pidió a sus jugadores que se mantuvieran agazapados atrás en busca de alguna contra letal, un balón colgado al musculoso Drogba o un rechace en segunda jugada.
Y la primera que tuvo, la enchufó. Un obús de Essien desde la frontal, que enganchó de volea un balón rebotado, a los ocho minutos de juego, que se coló por la escuadra derecha de Valdés después de pegar en el travesaño (1-0). El partido acababa de empezar y el conjunto londinense ya lo tenía justo donde quería: con el marcador a favor, el rival estaba obligado a volcarse en ataque, dejando un montón de espacios para sentenciar la eliminatoria a la contra. Mientras, el Barça tocaba y tocaba, con constantes intercambios de posición de los tres de arriba -Messi, Iniesta y Eto'o-, pero obsesionado en entrar por el centro y hasta la cocina con el balón controlado, un mal endémico del conjunto azulgrana que ya parecía olvidado.
A punto estuvo Drogba de hacer el segundo, primero en un mano a mano con Valdés, y después en un lanzamiento escorado de falta que el meta azulgrana logró desviar con la rodilla. Lampard también tuvo la suya a la salida de un córner, y el Barcelona sufría en exceso con los balones aéreos, pese a que Guardiola apostó por suplir la baja de Puyol y Márquez en el eje de la zaga colocando a Touré Yayá como pareja de Piqué, precisamente para ganar presencia por alto. Ni un sola vez inquietó el Barça a Cech en la primera mitad, pese a que era el único equipo que proponía juego, el que construía en lugar de destruir y el que se erigía en el dueño del esférico. Tres disparos lejanos -y desviados- de Iniesta, Alves y Xavi fue toda la amenaza visitante antes del descanso.
La previsible táctica de los 'blues' tuvo su prolongación tras el paso por vestuario. Los azulgrana pusieron más ritmo al partido, y el Chelsea aún más ímpetu en la interrupción constante del juego. Pero por mucho que el Barça lo intentaba, no había manera de perforar la muralla azul. El Chelsea, casi sin proponérselo, era el que llegaba con más peligro a la portería de Valdés. Drogba tuvo un nuevo mano a mano con el meta azulgrana y Lampard lo volvió a probar en un tiro cruzado. Con Henry lesionado, Eto'o desaparecido y Messi desactivado, el ataque azulgrana lo porfiaba todo a la inspiración de Iniesta, pero sus jugadas por banda izquierda casi siempre resultaban más bulliciosas que efectivas. El Barça, con el punto de mira desviado, seguía amenazando a Cech sólo con disparos lejanos.
El colegiado Tom Henning Ovrebo pareció dar la puntilla al conjunto visitante al expulsar a Abidal por un 'piscinazo' de Anelka a 25 minutos del final del tiempo reglamentario. Ni siquiera entonces el Chelsea tuvo reparos en dejar que su rival siguiera llevando la iniciativa del juego. Curiosamente, el Barcelona estaba más vivo que nunca pese a jugar la última media hora con un hombre menos por la injusta expulsión de Abidal. Tan vivo que, en la última llegada, en la última aproximación a Cech, en el último empujón del partido, Iniesta dejó mudo Stamford Bridge con un golazo que hizo justicia por lo visto durante toda la eliminatoria y que mete al Barcelona en su sexta final de la Copa de Europa, donde no estará Dani Alves por sanción. En Roma espera el Mancheter United de Cristiano Ronaldo, verdugo el martes del Arsenal.
Ficha técnica del partido
Chelsea, 1: Cech; Bosingwa, Alex, Terry, Ashley Cole; Essien, Ballack, Anelka, Malouda; Lampard; y Drogba (Belletti, m.71)
FC Barcelona, 1: Valdés; Dani Alves, Piqué, Touré Yayá, Abidal; Busquets (Bojan, m.85), Xavi, Keita; Messi, Iniesta (Gudjohnsen, m.95) y Eto'o (Sylvinho, m.96)
Goles: 1-0, m.8: Essien; 1-1: m.93: Iniesta
Árbitro: Tom Henning Ovrebo (Noruega). Expulsó con roja directa a Abidal (m.66). Además, mostró tarjeta amarilla a Dani Alves (m.29) y Eto'o (m.90), del Barcelona; y a Essien (m.73), Alex (m.76), Ballack (m.95) y Drogba (con el partido ya concluido), del Chelsea
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio londinense de Stamford Bridge ante 42.500 espectadores, entre ellos unos 3.000 seguidores del Barcelona
Iniesta obra el milagro en el descuento y mete al Barça en la final
Todo parecía perdido en Stamford Bridge. Pero Iniesta, en el minuto 93, marcó un golazo que daba el empate (1-1) ante el Chelsea y, lo que es más importante, la clasificación del Barcelona para la final de la Liga de Campeones, el 27 de mayo en Roma ante el Manchester United.
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