L D (EFE) Madrid, una de las pocas capitales europeas que no han sido sede olímpica, se ha convertido en candidata por primera vez después del intento fracasado de 1972.
La Zona Este de la ciudad y de la Comunidad de Madrid es la gran beneficiada en el mapa de instalaciones olímpicas, con el Estadio de La Peineta como futuro Estadio Olímpico y con las piscinas, el velódromo y el Pabellón Polideportivo en sus alrededores. La Villa Olímpica para el alojamiento de los atletas estaría a unos centenares de metros de distancia, y a un par de kilómetros los recintos feriales de la ciudad, con capacidad para acoger todos los deportes de lucha o combate, además del centro de prensa. Sólo se disputarían fuera de la Zona Este once deportes o modalidades.
El Área Central se queda con el fútbol, en los estadios Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, con el ciclismo en ruta, el balonmano, el tenis y el hockey. Para el Sector Oeste se reservan la hípica, el tiro con arco, el pentatlón, la fase previa del baloncesto, el triatlón y la bicicleta de montaña. En conjunto, y más o menos desarrolladas, se estima que Madrid dispone actualmente del 70 por ciento de las instalaciones necesarias para acoger los Juegos. Todas las sedes estarían conectadas por la red de metro, aunque las carreteras de conexión y circunvalación también disfrutarían de medidas especiales para favorecer los movimientos de los participantes.
Palma de Mallorca sería la subsede de vela y Alicante, Barcelona, Córdoba y Málaga, las de fútbol. La candidatura cuenta con el apoyo unánime de todas las instituciones del Estado. La preside el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, aunque el liderazgo ejecutivo corresponde a Feliciano Mayoral, ex secretario general del Comité Olímpico Español. Desde su experiencia como miembro de varias comisiones de coordinación de anteriores Juegos, entre ellos los de Sydney 2000, Mayoral estima que el proyecto de Madrid se merece "la máxima nota" del COI porque cumple con todos los requisitos de concentración, economía e infraestructuras que el organismo exige.
Si en esta preselección sólo se tienen verdaderamente en cuenta criterios técnicos, a Madrid no tiene por qué pesarle la cercanía de los Juegos de Barcelona´92, su principal problema. Tampoco deberían influir negativamente, consideran los responsables del proyecto, los atentados del pasado 11 de marzo, porque son hechos, afirman, que pueden suceder en cualquier país y, en el caso de Madrid, la respuesta de los equipos sanitarios y policiales fue ejemplar.
Hace dos años también se hubiera podido objetar a Madrid su poca experiencia organizativa en competiciones de primer nivel. Pero su disponibilidad para hacerse cargo en los últimos meses de todo tipo de torneos internacionales, tanto de deportes mayoritarios como de disciplinas poco conocidas, le han dado las tablas que necesitaba en este apartado. Los Europeos de Natación que se disputaron las dos últimas semanas en la capital son la última muestra.
La Zona Este de la ciudad y de la Comunidad de Madrid es la gran beneficiada en el mapa de instalaciones olímpicas, con el Estadio de La Peineta como futuro Estadio Olímpico y con las piscinas, el velódromo y el Pabellón Polideportivo en sus alrededores. La Villa Olímpica para el alojamiento de los atletas estaría a unos centenares de metros de distancia, y a un par de kilómetros los recintos feriales de la ciudad, con capacidad para acoger todos los deportes de lucha o combate, además del centro de prensa. Sólo se disputarían fuera de la Zona Este once deportes o modalidades.
El Área Central se queda con el fútbol, en los estadios Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, con el ciclismo en ruta, el balonmano, el tenis y el hockey. Para el Sector Oeste se reservan la hípica, el tiro con arco, el pentatlón, la fase previa del baloncesto, el triatlón y la bicicleta de montaña. En conjunto, y más o menos desarrolladas, se estima que Madrid dispone actualmente del 70 por ciento de las instalaciones necesarias para acoger los Juegos. Todas las sedes estarían conectadas por la red de metro, aunque las carreteras de conexión y circunvalación también disfrutarían de medidas especiales para favorecer los movimientos de los participantes.
Palma de Mallorca sería la subsede de vela y Alicante, Barcelona, Córdoba y Málaga, las de fútbol. La candidatura cuenta con el apoyo unánime de todas las instituciones del Estado. La preside el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, aunque el liderazgo ejecutivo corresponde a Feliciano Mayoral, ex secretario general del Comité Olímpico Español. Desde su experiencia como miembro de varias comisiones de coordinación de anteriores Juegos, entre ellos los de Sydney 2000, Mayoral estima que el proyecto de Madrid se merece "la máxima nota" del COI porque cumple con todos los requisitos de concentración, economía e infraestructuras que el organismo exige.
Si en esta preselección sólo se tienen verdaderamente en cuenta criterios técnicos, a Madrid no tiene por qué pesarle la cercanía de los Juegos de Barcelona´92, su principal problema. Tampoco deberían influir negativamente, consideran los responsables del proyecto, los atentados del pasado 11 de marzo, porque son hechos, afirman, que pueden suceder en cualquier país y, en el caso de Madrid, la respuesta de los equipos sanitarios y policiales fue ejemplar.
Hace dos años también se hubiera podido objetar a Madrid su poca experiencia organizativa en competiciones de primer nivel. Pero su disponibilidad para hacerse cargo en los últimos meses de todo tipo de torneos internacionales, tanto de deportes mayoritarios como de disciplinas poco conocidas, le han dado las tablas que necesitaba en este apartado. Los Europeos de Natación que se disputaron las dos últimas semanas en la capital son la última muestra.