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Indignación entre los madridistas por el protagonismo del líder de Ultrasur en el homenaje a Redondo

Terminó el partido y Raúl acompañó a Redondo hacia el fondo sur para que se le entregara un placa en reconocimiento al cariño de la afición. Para indignación de la mayoría de aficionados, la placa se la entregó José Luis Ochaíta, condenado reiteradas veces por sus actos como jefe de Ultrasur. Bajo su mandato, los ultras amenazaron a Valdano por ser "sudaca". Olvidaron que Redondo es argentino.

(Libertad Digital) El Movimiento contra la Intolerancia ha pedido la disolución de la peña madridista Ultras Sur, que una vez más protagonizó incidentes violentos en las proximidades del Santiago Bernabéu antes del partido que el Real Madrid disputó contra el Milán. Alrededor de medio centenar de miembros de la peña madridista protagonizaron incidentes violentos antes del partido Real Madrid-Milán, que incluyeron el lanzamiento de botellas, botes, palos, bengalas y petardos. Ocho policías resultaron ligeramente heridos en la operación para cortar las actividades violentas de la peña radical. El Real Madrid mostró su indignación por el comportamiento de los hinchas radicales y puso los hechos en conocimiento de la Delegación del Gobierno.

Sin embargo, ese no fue el momento estelar de los Ultra Sur en la noche del miércoles. Los hinchas radicales acapararon gran parte del protagonismo del homenaje que recibió el ex jugador del Real Madrid y ahora en el Milán, Fernando Redondo, en el Bernabéu. Para sorpresa de la mayoría de los presentes, incluido Florentino Pérez, el mítico líder de los ultras, José Luis Ochaíta, entregó en el fondo sur del estadio una placa honorífica en nombre de este grupo radical a Redondo. Antes, el capitán Raúl González hizo de cicerone y acompañó a su amigo hasta su cita con los ultras. Ochaíta, al que en 1998 se le prohibió el acceso a los estadios españoles durante tres años por comportamiento violento, se coló en el campo a la altura de la portería del fondo sur, sin que los responsables de seguridad del Real Madrid pudieran impedirlo.

Entre las barbaridades cometidas por quién el miércoles se hizo una foto con Redondo destacan el ataque a un grupo de seguidores del Estudiantes con cuchillo y aerosol de gas lacrimógeno en mano, el intento de agresión a los jugadores del Barça de baloncesto en la cancha del Real Madrid o su detención en el Bernabéu con un tirador metálico y varias tuercas en los prolegómenos de un partido ante el Athletic de Bilbao. Se da además la triste paradoja de que bajo el mandato de Ochaíta, los ultras llenaron hace ocho años el Bernabéu de pintadas contra Valdano y Ángel Cappa en las que se leía: “No queremos ni rojos ni sudacas”. Redondo, aunque madridista de corazón y español tras jurar la Constitución, nació en Adrogué, Argentina. Redondo, uno de los mejores futbolistas de la historia del Real Madrid, no merece ver ensuciado su homenaje ni que se relacione su figura con gente como Ochaíta.

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