L D (EFE) Hewitt estuvo cuatro veces a dos puntos de la derrota ante Nalbandian en el quinto set (7-6 y 30/30 y 8-7 15/30), pero en un su servicio le sacó del apuro y en las otras dos su garra, y logró vencer en cuatro horas y cinco minutos por 6-3, 6-2, 1-6, 3-6 y 10-8.
Ahora, el jugador de Adelaida, verdugo del español Rafael Nadal en otro gran partido a cinco sets, se enfrentará con el estadounidense Andy Roddick, que se colocó en semifinales tras abandonar el ruso Nikolay Davydenko, por 6-3, 7-5 y 4-1 debido a una insolación.
En la otra semifinal se medirán el suizo Roger Federer y el ruso Marat Safin, es decir los cuatro mejores del mundo en la penúltima ronda de un Grand Slam, algo que no sucedía desde 1995 en Wimbledon, con Andre Agassi (1), Pete Sampras (3), Boris Becker (3) y Goran Ivanisevic (4), con Sampras como ganador.
Victoria de Roddick por abandono
Roddick lograba su billete para semifinales al vencer este miércoles a Nikolay Davidenko, por 6-3, 7-5, 4-1 y abandono. Después de una hora y 35 minutos, y cuando ya parecían que sus opciones eran nulas, Davydenko optó por abandonar el encuentro después de haber solicitado en varias ocasiones ayuda médica.
El jugador ruso, que hasta esta ronda no había cedido un set, empezó con problemas en 3-3 del primer set. "Tras disputar unos cuantos puntos, sentí que no podía respirar. Hacía demasiado calor, no podía moverme, no podía correr", explicó Davidenko. Nicolay solicitó ayuda médica en varios momentos del duelo, le colocaron hielo en la nuca, un chaleco para bajar la temperatura corporal e incluso le fue administrado un inhalador. "Era como si tuviera asma", añadió, "me dieron algo pero no me ayudó lo suficiente". "Para mí era muy difícil porque es como si no jugara contra Roddick, sino contra mi mismo y contra el calor. Perdí la concentración del partido, porque estaba concentrado únicamente en mi cuerpo, sobre qué sentía, que podía hacer", añadió el ruso, que después del partido recibió tratamiento médico durante una hora.
En el momento del abandono, Roddick dominaba el encuentro gracias a sus 17 saques directos, uno de ellos a 229 kilómetros por hora. El estadounidense, semifinalista ya en el 2003, cuando cayó ante el alemán Rainer Schuettler, admitió que antes de saltar a la pista ya sabía que Davidenko había tenido esos problemas en su partido anterior de cuartos, porque el ruso se lo había comentado en los vestuarios. "Cuando llamó al médico me di cuenta que lo estaba pasando mal, especialmente cuando le vi con el inhalador", dijo Roddick.