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Henin y Kuznetsova disputarán la final de Roland Garros tras superar a Clijsters y Vaidisova

Con más facilidad de la prevista, la vigente campeona de Roland Garros, la belga Justine Henin-Hardenne, se ha impuesto a su compatriota Kim Clijsters, número dos del mundo, por 6-3 y 6-2 para alcanzar por tercera vez en su carrera la final del Grand Slam sobre tierra batida. Henin luchará por el título con la rusa Svetlana Kuznetsova, octava favorita, que antes vencía por 5-7, 7-6 (7-5) y 6-2 a la checa Nicole Vaidisova, la gran revelación del torneo con sólo 17 años.

L D (EFE) La derrota de Clijsters frente a Henin-Hardenne mantiene una semana más a la francesa Amelie Mauresmo al frente de la clasificación mundial. "Ha sido un gran partido, he estado muy concentrada durante todo el encuentro porque siempre es especial jugar contra Kim", decía Henin. "La final será muy difícil porque es contra una gran amiga y una jugadora muy luchadora. Siempre hemos tenido partidos muy duros, pero será una gran final", añadía la número cinco del mundo.

Henin y Kuznetosa se han enfrentado en 11 ocasiones con una gran ventaja de la jugadora belga, que sólo ha perdido en una de ellas, en la final de Doha del 2004, sobre superficie dura. En tierra lo han hecho tres veces, con victoria siempre de Henin: la final de Varsovia, los octavos de Roland Garros en 2005 y los cuartos de final en Berlín esta temporada.

Veinticuatro horas después de que Clijsters recibiese su homenaje en la Cena de Campeones, organizada por la Federación Internacional de Tenis (ITF), en la que recibió el galardón de campeona del mundo de 2005 por aquella fenomenal campaña en la que ganó nueve torneos, entre ellos el Abierto de Estados Unidos, la ex novia de Lleyton Hewitt encajaba una derrota demasiado humillante. La superioridad de Henin fue clara y manifiesta a partir del octavo juego (5-3), cuando Justine logró la ruptura. La defensora del título controló luego con claridad, manejó el partido a su antojo y se hizo acreedora al triunfo, gracias también a los numerosos fallos de su compatriota, demasiado agarrotada, y sin poder sacar su poderosa derecha desde el fondo.

Vaidisova paga caro los nervios ante Kuznetsova

Poco antes, y en la misma pista central de Phillipe Chatrier, Kuznetsova imponía su mayor experiencia ante los nervios de Vaidisova para clasificarse por segunda vez para disputar una final del Grand Slam, y por primera ocasión en Roland Garros. Kuznetsova, campeona del Abierto de los Estados Unidos en 2004, se impuso en dos horas y 31 minutos. "Era un partido muy duro, ella jugó muy bien, y yo no pude cerrar el primer set porque ella entonces jugaba increíble. Pero se puso nerviosa y yo estuve más concentrada en esos momentos", decía la ganadora. "Me acordaba de que hace años perdía con las campeonas porque era muy joven, y recordé que tenía que jugar como Henin hizo conmigo", añadía. "Ya solo queda uno, el más duro, porque son las mejores de tierra. Deseo que jueguen mucho y se cansen, pero prefiero jugar contra la mejor", apuntaba Kuznetsova, que entrena en Barcelona y cuya madrina es Arantxa Sánchez-Vicario.

Todo parecía preparado para que la rusa impusiera su experiencia y doblegara a su rival, contando además que en el único enfrentamiento previo, en Wimbledon el pasado año, la rusa se impuso en tres sets. Pero el partido sólo se resolvió claramente al final cuando, Vaidisova notó esa falta de madurez en la pista. El desarrollo del primer set fue favorable a la jugadora de San Petersburgo, pues Sveta disfrutó de seis puntos de ruptura y al séptimo confirmó el primer robo de servicio para colocarse con 5-3 y saque, pero una doble falta de la discípula del español Stefan Ortega presagió que no era su día.

Vaidisova se agarró a esta oportunidad, quebró el servicio de su rival y salió del atolladero con una destreza impropia de su juventud para ganar seis juegos consecutivos, y marcar el 7-5 y 2-0 a su favor. Luego, esa ruptura la mantuvo en el partido, y aunque abusó demasiado de la potencia de sus golpes logró sacar para ganar el encuentro con 5-4. Pero la inexperiencia de la checa nacida en Núremberg le pasó factura. Vaidisova se puso nerviosa en ese momento cumbre, cedió su saque con doble falta, e incluso luego recibió un aviso de la juez de silla Sandra de Jenken por maltratar su raqueta. Sus errores no forzados subieron hasta 47, por 19 de su oponente. Y ahí se acabó su aventura.

Kuznetsova forzó el desempate donde se impuso de forma apretada, pero tras nivelar el partido, abusó prácticamente de los errores de su adversaria para colocarse con ventaja de 4-0, un diferencia suficiente para mantenerla hasta el final. La rusa podría salir cuarta del mundo si gana el torneo. Con esta derrota, Vaidisova acaba un Roland Garros en el que ha sido la auténtica revelación, y en el que ya ha hecho historia, pues desde 1996 (Jana Novotna) ninguna otra checa había alcanzado las semifinales. En su camino han quedado campeonas del Grand Slam como la francesa Amelie Mauresmo -ganadora del Abierto de Australia y del Masters-, en octavos, y la estadounidense Venus Williams -campeona de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos-, en cuartos. No obstante, escalará sólo hasta el puesto 13 del mundo.

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