Henin y Clijsters disputarán la primera final belga de la historia en Roland Garros

L D (EFE) Henin derrotaba a la número uno del mundo por 6-2, 4-6 y 7-5 en dos horas y 20 minutos de lucha, y habrá final belga en París por primera vez en la historia, pues Kim Clijsters ha cumplido con el guión y vencía a la intrusa rusa Nadia Petrova, por 7-5 y 6-1, en 70 minutos de juego.

Serena vio su gran racha en el Gran Slam destruida por la habilidad de Henin, quizás una de las jugadoras con más técnica del circuito, que ya fue finalista en Wimbledon en el 2001, y que este jueves, en los momentos en los que parecía dudar cuando tenía la victoria más cerca, recibió un soplo de ayuda desde la tribuna. "Tu eres muy fuerte", le gritó su entrenador, el argentino Ricardo Rodríguez, y ella encontró la respuesta. La menor de las Williams no perdía un partido en el Grand Slam desde la final del Abierto de EEUU de 2001, cuando su hermana Venus la venció por 6-2 y 6-4 en Nueva York. Desde que ganó en Roland Garros en el 2002, ha triunfado en los cuatro grandes en los que había intervenido y hasta hoy había acumulado 33 victorias seguidas, la sexta mejor racha desde que comenzó la Era Open. Recientemente había recibido el premio Laureus, el Oscar al deporte.

Henin acabó con todo este dominio y no sólo eso, sino con la posibilidad de que Serena lograse este año el Grand Slam, un real Grand Slam (los cuatro torneos grandes en la misma temporada), algo que solo han conseguido tres jugadoras en la historia: Connolly (1953), Court (1970) y Graf (1988). Con Serena fuera de la final y Venus siendo apeada en cuartos contra la rusa Vera Zvonareva, el torneo tendrá una nueva campeona. Henin, que acaba de cumplir 20 años, ya había avisado de que su tenis es uno de los pocos que puede hacer daño a Serena. De hecho, la belga fue la que cortó esta temporada la racha de 27 victorias que llevaba la americana esta sesión, al ceder en la final de Charleston sobre tierra verde. Unicamente, otra jugadora, la francesa Amelie Mauresmo, en las semifinales de Roma, logró dominar a la hija de Richard y Horacene.

Serena comenzó el encuentro con un saque directo, pero fue Henin la que cerró esa manga a su favor en 30 minutos, con igual respuesta. En la segunda, Serena apretó los dientes, se la escuchó gritar como nunca y logró nivelar la contienda al romper a su rival en el décimo juego. Ya para entonces, los 14.000 espectadores de la central se habían decantado por la jugadora belga, a la que dedicaban los mejores aplausos, reduciendo al mínimo sus esfuerzos para apoyar a la americana. "Vamos gatito", se escuchó para animar a Justine. Y Henin les respondió como mejor sabe, con su mejor tenis con el que fue capaz de salvar una situación de 4-2 abajo en el tercer set para situarse luego con 5-4 y servicio.

En esa situación, Henin tembló por primera vez en el partido y cedió su saque en blanco, con dos dobles faltas, algo que podía haber acabado con sus esperanzas. No fue así y al siguiente fue capaz de romper de nuevo para luego sentenciar con su saque a la primera oportunidad. "El nivel de juego estaba muy igualado pero me he concentrado lo suficiente y eso me ha permitido ganar. Jugar contra ella nunca es fácil porque te intimida", decía Henin. "No hay palabras para definir mi emoción al alcanzar por primera vez mi final de Roland Garros", señalaba Henin, "ella su oportunidad de jugar muchas finales en otras ocasiones".

Antes, Kim Clijsters había dejado fuera de combate a la rusa Nadia Petrova, no sin problemas en la primera manga, donde tuvo que salvar un punto de set, y con gran fortuna, ya que su dejada rozó la cinta y cayó mansamente en la pista de su rival, sin posibilidades para Petrova. Perdida esta ocasión, la rusa ya no dio más de si. Lesionada en el muslo y pie izquierdo, y agotada por sus multiplicidad en los cuadros de dobles y mixtos también, se hundió físicamente en el segundo.