La rueda de prensa de Pep Guardiola previa al partido contra el Shakhtar Donetsk, de ida de cuartos de final de la Champions, pasará a la historia no sólo por el exceso de pesimismo del técnico barcelonista, sino también por la reprimenda de éste hacia la televisión autonómica catalana TV3 por su forma de tratar el asunto del balón de oro de chocolate que el Fòrum Manolo Clares, una agrupación de seguidores culés, le regaló al ucraniano Dmitro Chygrynskyi a modo de mofa.
Chygrynskyi finalmente no pudo jugar en el Camp Nou ante sus ex compañeros al estar convaleciente aún de una lesión en el tobillo, aunque al menos recibió los obsequios de la afición.
A Pep Guardiola, el artífice de su fichaje en verano de 2009 por la friolera de 25 millones de euros, le han caído como un jarro de agua fría todas estas bromas de las que ha sido objeto el defensa ucraniano. "Tratamos a Chygrynskiy con mala educación y se ríen de él. En todo caso culpadme a mí porque yo fui quien lo traje", lamentaba el técnico de Sampedor en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Shakhtar.
El día después, en zona mixta y tras la goleada al conjunto de Mircea Lucescu (5-1), Pep Guardiola mostraba su lado más antipático ante TV3, uno de los patrocinadores del Barça. El periodista Jordi Grau le preguntaba, entre otras cosas, por el juego del Barça, el del Shakhtar –comparándolo con el partido de Copa del Rey frente al Betis–, Dani Alves o el encuentro de vuelta de la próxima semana en Ucrania, pero el técnico azulgrana no tenía "demasiadas" ganas de hablar, como él mismo reconocía ante el micrófono. En la charla, que apenas duró un minuto y medio, apenas respondía con monosílabos y con expresiones cortantes.
Ante esta tesitura, Grau decidía entonces poner punto final a la entrevista. Fue una situación de máxima tensión que nada tuvo que ver con la que se reprodujo a continuación en la misma zona mixta, cuando Guardiola fue abordado por su ex compañero Gica Popescu, que hoy ejerce de comentarista en una televisión rumana. Todo fueron sonrisas y buenas palabras con el ex futbolista. Incluso ambos se despidieron dándose un par de besos.