L D (EFE) El caso se remonta al otoño de 2002, cuando el centrocampista español, en ese momento en el Brescia, dio positivo en un control antidopaje tras los partidos de la Liga de primera división contra el Piacenza y el Lazio.
La condena penal a Guardiola es la primera de este tipo que se aplica en Italia a un deportista desde la entrada en vigor de la ley antidopaje del año 2000.
Pep Guardiola, presente en la sede judicial cuando se dio a conocerla sentencia, dijo que la consideraba injusta y que él nunca ha consumido la sustancia nandrolona. "Recurriré hasta donde sea posible y al final demostraré que tengo razón y soy inocente", ha dicho el ex capitán del Barcelona.