L D (EFE) Gronholm, actual campeón del mundo, ha dominado el rally neozelandés desde el primer tramo, beneficiado en parte por el abandono en el decimocuarto tramo del estonio Markko Martin (Ford Focus) por una avería mecánica cuando tenía ya al finlandés en su punto de mira (a 26 segundos) y por el accidente sufrido por Sainz en la segunda jornada del rally, que le hizo perder casi 14 minutos y, con ello, toda posibilidad de luchar por la victoria. El piloto finlandés, que ya ha ganado este rally en otras dos ocasiones, la última el pasado año, se ha limitado en los seis tramos de esta jornada final a mantener su ventaja sobre sus más directos rivales, entre los que se encuentra su compañero de equipo y actual líder del mundial de pilotos, el británico Richard Burns, que ha ganado cinco de las seis disputadas hoy, aunque siempre lo ha hecho con diferencias mínimas sobre Gronholm.
Burns, que finalizó a 1:08.7 del finlandés, se ha mostrado especialmente seguro en esta tercera y última jornada, aunque dio la sensación de que nunca quiso atacar en serio a Gronholm, posiblemente por órdenes de su equipo, deseoso de lograr en Nueva Zelanda un doblete que les hiciera alcanzar el liderato de marcas, como así ha ocurrido. El tercer puesto de esta prueba del mundial ha sido para el noruego Petter Solberg, a los mandos de un Subaru Impreza, que finalizó a 2:09.8 de Gronholm tras haber luchado durante toda la jornada por disminuir las diferencias que le separaban del liderato. Sus esfuerzos, sin embargo, no se vieron recompensados, ya que los dos pilotos de Peugeot dominaron con maestría todos y cada uno de los tramos, administrando con firmeza las diferencias que les separaban del resto de los competidores.
El español Carlos Sainz finalizaba en el puesto duodécimo a 18:13.2 de la cabeza de carrera tras disputar un rally en el que la suerte no ha estado de su lado. En la primera jornada Sainz tuvo sufrió la rotura del sistema de ventilación del interior de su Xsara, lo que provocó que tuviera que correr casi a ciegas al no poder desempañar los cristales de su vehículo. La segunda jornada fue todavía peor, ya que en pleno ataque en el primer tramo del día para recuperar posiciones sufrió una salida de la carretera cuando el polvo en suspensión que dejaba el coche que le precedía, el del francés Didier Auriol, le cegó. El español pudo volver a la carrera, pero tardó casi 14 segundos en sacar su coche del sembrado al que fue a parar, lo que le dejó sin opciones para repetir triunfo tras el logrado en Turquía. Sin opciones de luchar por entrar por lo menos en los puestos que daban puntos, Sainz se dedicó más a probar su vehículo para futuras pruebas, más tras la retirada de su compañero de equipo, el británico Colin McRae, que tuvo que abandonar en la primera etapa tras romper la suspensión.
Tras esta carrera, el Mundial de pilotos sigue liderado por Richards Burns, mientras que Gronholm ha subido hasta la segunda posición, mientras que el tercer puesto es compartido por Colin McRae y el francés Sebastien Loeb. Sainz ocupa el quinto puesto con 16 puntos. El Mundial de marcas ha pasado a ser dominado por Peugeot, que tras los dos primeros puestos del podio logrados en Nueva Zelanda desbanca del primer puesto a Citroen, que ahora ha quedado en el segundo lugar.
Burns, que finalizó a 1:08.7 del finlandés, se ha mostrado especialmente seguro en esta tercera y última jornada, aunque dio la sensación de que nunca quiso atacar en serio a Gronholm, posiblemente por órdenes de su equipo, deseoso de lograr en Nueva Zelanda un doblete que les hiciera alcanzar el liderato de marcas, como así ha ocurrido. El tercer puesto de esta prueba del mundial ha sido para el noruego Petter Solberg, a los mandos de un Subaru Impreza, que finalizó a 2:09.8 de Gronholm tras haber luchado durante toda la jornada por disminuir las diferencias que le separaban del liderato. Sus esfuerzos, sin embargo, no se vieron recompensados, ya que los dos pilotos de Peugeot dominaron con maestría todos y cada uno de los tramos, administrando con firmeza las diferencias que les separaban del resto de los competidores.
El español Carlos Sainz finalizaba en el puesto duodécimo a 18:13.2 de la cabeza de carrera tras disputar un rally en el que la suerte no ha estado de su lado. En la primera jornada Sainz tuvo sufrió la rotura del sistema de ventilación del interior de su Xsara, lo que provocó que tuviera que correr casi a ciegas al no poder desempañar los cristales de su vehículo. La segunda jornada fue todavía peor, ya que en pleno ataque en el primer tramo del día para recuperar posiciones sufrió una salida de la carretera cuando el polvo en suspensión que dejaba el coche que le precedía, el del francés Didier Auriol, le cegó. El español pudo volver a la carrera, pero tardó casi 14 segundos en sacar su coche del sembrado al que fue a parar, lo que le dejó sin opciones para repetir triunfo tras el logrado en Turquía. Sin opciones de luchar por entrar por lo menos en los puestos que daban puntos, Sainz se dedicó más a probar su vehículo para futuras pruebas, más tras la retirada de su compañero de equipo, el británico Colin McRae, que tuvo que abandonar en la primera etapa tras romper la suspensión.
Tras esta carrera, el Mundial de pilotos sigue liderado por Richards Burns, mientras que Gronholm ha subido hasta la segunda posición, mientras que el tercer puesto es compartido por Colin McRae y el francés Sebastien Loeb. Sainz ocupa el quinto puesto con 16 puntos. El Mundial de marcas ha pasado a ser dominado por Peugeot, que tras los dos primeros puestos del podio logrados en Nueva Zelanda desbanca del primer puesto a Citroen, que ahora ha quedado en el segundo lugar.