L D (EFE) Sainz fue víctima del orden de salida, en segundo lugar, lo que siempre es un contratiempo en las pruebas de tierra ya que obliga a limpiar la pista para el resto de los pilotos, y cedió un minuto y 33 segundos sobre Gronholm. El fuerte calor, por encima de los 30 grados, hizo que todos los pilotos se tomaran la jornada con calma, para evitar quedar fuera a las primeras de cambio víctimas por problemas mecánicos. Sainz, consciente de que, al igual que el Acrópolis, Chipre es una prueba por eliminación, prefirió no cometer errores, al precio de acabar, eso sí, muy retrasado. "El coche tenía un comportamiento extraño, se iba mucho, y había que pilotar muy prudentemente", explicó, "de ahí que cediera tantos segundos, sobre todo en la especial larga, que para desgracia nuestra era la que más longitud tenía de todo el rallye". Sainz indicó que en la asistencia se cambiaron todos los reglajes de suspensiones y diferenciales y el coche mejoró hasta situarse en tiempos "normales".
"Aún queda mucho rallye. Esta es una de las pruebas más duras del Mundial y la especial de mañana es la más larga y complicada. Nuestro objetivo es remontar posiciones y obtener el máximo de puntos posibles. En el Mundial de hoy en día, cualquier problema, o una jornada aciaga en cuanto a reglajes te apea de la lucha por la victoria, así que debemos luchar por los puntos", comentó Carlos. Tras las dos primeras especiales, de las cuatro que tenía la primera etapa, los mecánicos del equipo Citroen cambiaron los reglajes de suspensiones y diferenciales en el coche de Sainz. El madrileño comentó: "La posición de salida en estos dos primeros tramos que hemos disputado, nos ha supuesto una gran desventaja. No he llegado a coger el ritmo de carrera en ningún momento, sobre todo en la segunda especial, ya que el coche tenía un comportamiento extraño. Por eso he perdido tanto tiempo con respecto al piloto de cabeza".
Los Peugeot no dieron opción a ninguno de sus rivales y solamente los Subaru, aunque de lejos, fueron capaces de aguantar el ritmo que impusieron Gronholm y su compatriota Harri Rovanpera a la cabeza. Un especialista en asfalto como Rovanpera aprovechó su orden de salida favorable para sacar el mayor partido posible de encontrar limpias las pistas. Así fue el más rápido en las tres primeras especiales y tan sólo cedió la cabeza de la prueba a su compañero de equipo en el último tramo cronometrado.
"Aún queda mucho rallye. Esta es una de las pruebas más duras del Mundial y la especial de mañana es la más larga y complicada. Nuestro objetivo es remontar posiciones y obtener el máximo de puntos posibles. En el Mundial de hoy en día, cualquier problema, o una jornada aciaga en cuanto a reglajes te apea de la lucha por la victoria, así que debemos luchar por los puntos", comentó Carlos. Tras las dos primeras especiales, de las cuatro que tenía la primera etapa, los mecánicos del equipo Citroen cambiaron los reglajes de suspensiones y diferenciales en el coche de Sainz. El madrileño comentó: "La posición de salida en estos dos primeros tramos que hemos disputado, nos ha supuesto una gran desventaja. No he llegado a coger el ritmo de carrera en ningún momento, sobre todo en la segunda especial, ya que el coche tenía un comportamiento extraño. Por eso he perdido tanto tiempo con respecto al piloto de cabeza".
Los Peugeot no dieron opción a ninguno de sus rivales y solamente los Subaru, aunque de lejos, fueron capaces de aguantar el ritmo que impusieron Gronholm y su compatriota Harri Rovanpera a la cabeza. Un especialista en asfalto como Rovanpera aprovechó su orden de salida favorable para sacar el mayor partido posible de encontrar limpias las pistas. Así fue el más rápido en las tres primeras especiales y tan sólo cedió la cabeza de la prueba a su compañero de equipo en el último tramo cronometrado.