L D (EFE) En la jornada matinal, Loeb y Gronholm se repartieron las dos primeras especiales después de una reñida batalla en la que el terreno perjudicó a Loeb, que daba por perdida la etapa después de perder 32 segundos en cambiar la rueda delantera izquierda. "La lucha ha terminado. Topé con una piedra que no debería haber estado ahí porque íbamos por la trazada correcta", comentaba Loeb, quien en el pasado Rally de Alemania igualó el récord de 16 victorias en el Mundial del español Carlos Sainz. Desde el tercer tramo, Gronholm se mostró de nuevo intratable y, tras conseguir su octavo scratch desde el comienzo del rally en la decimotercera especial, se hizo con una ventaja de 47.2 segundos con respecto a Loeb.
El terreno también jugó una mala pasada a los representantes españoles, que tuvieron que abandonar la etapa. Dani Sordo, tercero en la general del Mundial, comenzó a tener problemas con su Xsara en el cuarto tramo, y terminó en octava posición por detrás de Kosti Katajamaki, perdiendo 5,4 segundos respecto a su principal rival, Gigi Galli (Peugeot 307). El español se vio obligado a abandonar en el tramo de Lansi, correspondiente a la segunda pasada de la especial de Ouninpohja. Un rebote de la trasera del Xsara provocó que el coche saliera catapultado hacia una piedra y volcara, aunque sin consecuencias para el cántabro y su copiloto, Marc Martí.
"No hay excusas, el coche se me ha ido y no lo he podido controlar; me sabe muy mal por el equipo, ya que no les doy puntos y en cambio el coche habrá que repararlo a fondo. No me esperaba acabar así ya que todo iba muy bien, ahora solo cabe confiar que en Japón podamos resarcirnos de este inoportuno incidente", declaró tras del percance Sordo, quien, pese a todo, estará a punto para el Rally de Japón, que se disputará del 1 al 3 de septiembre.
La mala suerte persiguió al también Xevi Pons (Citroen), que tuvo que retirarse después de que su Xsara sufriera un problema en la rueda trasera izquierda después de perder el control, salirse de la pista y dar una vuelta de campana. El incidente no tuvo consecuencias para el piloto catalán, pero sí para el coche, que es el mismo que Pons debe utilizar en la próxima prueba del Mundial. El mal estado en el que ha quedado el vehículo ha obligado al equipo a barajar la posibilidad de renunciar a correr en tierras niponas, aunque aún no está nada decidido.
La séptima especial de la jornada, que cubre los tramos de Moksi y Leustu, la más larga del día con 41 kilómetros, trajo el doblete de Ford, ya que Marcus Gronholm se llevó de nuevo el tramo, seguido por su compañero Mirkko Hirvonen. Sebastien Loeb estuvo muy cerca del ritmo de los pilotos de Ford, pero tuvo que conformarse con perder el menor tiempo posible ante Gronholm, que agrandó su ventaja de manera paulatina.
Este domingo, Gronholm recorrerá los últimos 60 kilómetros que le separan de lograr por sexta vez en siete años un triunfo en su propia casa.
El terreno también jugó una mala pasada a los representantes españoles, que tuvieron que abandonar la etapa. Dani Sordo, tercero en la general del Mundial, comenzó a tener problemas con su Xsara en el cuarto tramo, y terminó en octava posición por detrás de Kosti Katajamaki, perdiendo 5,4 segundos respecto a su principal rival, Gigi Galli (Peugeot 307). El español se vio obligado a abandonar en el tramo de Lansi, correspondiente a la segunda pasada de la especial de Ouninpohja. Un rebote de la trasera del Xsara provocó que el coche saliera catapultado hacia una piedra y volcara, aunque sin consecuencias para el cántabro y su copiloto, Marc Martí.
"No hay excusas, el coche se me ha ido y no lo he podido controlar; me sabe muy mal por el equipo, ya que no les doy puntos y en cambio el coche habrá que repararlo a fondo. No me esperaba acabar así ya que todo iba muy bien, ahora solo cabe confiar que en Japón podamos resarcirnos de este inoportuno incidente", declaró tras del percance Sordo, quien, pese a todo, estará a punto para el Rally de Japón, que se disputará del 1 al 3 de septiembre.
La mala suerte persiguió al también Xevi Pons (Citroen), que tuvo que retirarse después de que su Xsara sufriera un problema en la rueda trasera izquierda después de perder el control, salirse de la pista y dar una vuelta de campana. El incidente no tuvo consecuencias para el piloto catalán, pero sí para el coche, que es el mismo que Pons debe utilizar en la próxima prueba del Mundial. El mal estado en el que ha quedado el vehículo ha obligado al equipo a barajar la posibilidad de renunciar a correr en tierras niponas, aunque aún no está nada decidido.
La séptima especial de la jornada, que cubre los tramos de Moksi y Leustu, la más larga del día con 41 kilómetros, trajo el doblete de Ford, ya que Marcus Gronholm se llevó de nuevo el tramo, seguido por su compañero Mirkko Hirvonen. Sebastien Loeb estuvo muy cerca del ritmo de los pilotos de Ford, pero tuvo que conformarse con perder el menor tiempo posible ante Gronholm, que agrandó su ventaja de manera paulatina.
Este domingo, Gronholm recorrerá los últimos 60 kilómetros que le separan de lograr por sexta vez en siete años un triunfo en su propia casa.