L D (EFE) Por primera vez en la historia del Mundial de motociclismo se disputará una de sus carreras puntuables en el circuito de Shangai, de reciente construcción y con 5.451 metros de longitud, que será una auténtica incógnita para los pilotos de todas las cilindradas, que no dispondrán de absolutamente ninguna referencia. En esta situación, el equilibrio de fuerzas no puede resultar más favorable para las aspiraciones de Gibernau, quien ya prácticamente recuperado de sus molestias en un hombro parte con la ventaja de que su Honda de cinco cilindros va a las mil maravillas, mientras que la Yamaha del campeón se ha mostrado "muy nerviosa" en las dos primeras carreras del año y ha forzado a Rossi a ponerse serio con los ingenieros de la marca de Iwata para que solucionen cuanto antes los problemas que les acucian.
Rossi y Gibernau son la referencia más válida de la cilindrada, si bien el español, como consecuencia de su caída en Estoril (Portugal), está más apremiado a la hora de garantizarse una buena cantidad de puntos para no perder comba frente al transalpino, quien ahora es líder con 25 puntos de ventaja respecto a su oponente, que también tiene por delante a tres complicados rivales, el brasileño Alex Barros (Honda RC 211 V) y los italianos Marco Melandri y Max Biaggi, también oficiales de la japonesa Honda. Ellos pueden ser igualmente invitados de excepción en la cita china, para la que también se debe tener en cuenta al estadounidense Nicky Hayden (Honda RC 211 V) o incluso al japonés Shinya Nakano y su nueva Kawasaki ZX RR, quien en Shangai contará con un nuevo compañero de equipo, el francés Olivier Jacque, quien sustituirá al lesionado piloto alemán Alex Hofmann.
Sin duda con ganas de lograr un buen resultado que apoye su introducción en el mercado chino como marca, prioridad que hoy dieron a conocer sus responsables, se encuentra la italiana Ducati y sus dos pilotos, el transalpino Loris Capirossi y el español Carlos Checa, que han comenzado en año muy por debajo de lo que ellos mismos esperaban y de las expectativas que habían suscitado a lo largo de la pretemporada.
Pedrosa vuelve a ser el rival a batir en 250 c.c.
Más o menos las mismas trazas parecen llevar el resto de participantes en las demás cilindradas. El español Daniel Pedrosa (Honda) volverá a ser la referencia a batir y el hecho de que sea una pista completamente nueva para todos puede representar para él una pequeña ventaja a la hora de exprimir al máximo el potencial de su moto. Enfrente estará toda la pléyade de pilotos de Aprilia, con el argentino Sebastián Porto y el francés Randy de Puniet a la cabeza, pero sin olvidar al flamante vencedor de Estoril, el australiano Casey Stoner (Aprilia), quien demostró que si se mantiene encima de la moto, pues suele irse demasiado a menudo por los suelos, puede ser un claro aspirante a la victoria en cada gran premio.
Los rookies de la cilindrada, el italiano Andrea Dovizioso y los españoles Héctor Barberá y Jorge Lorenzo, también tienen una buena oportunidad para lograr un buen resultado, juegan con la ventaja de la igualdad en Shangai, como también el mejor privado de la cilindrada, el castellonense Alex Debón (Honda).
Héctor Faubel espera repetir el podio de Estoril
Imposible de predecir será el desarrollo de la más pequeña de las cilindradas, en la que sólo el finlandés Mika Kallio (KTM) ha repetido podio -segundo y primero- en las dos primeras carreras del año, mientras que el resto lo hizo en una u otra ocasión nada más, prueba evidente de la gran alternancia de opciones que existe en el octavo de litro. Entre los españoles, sólo Héctor Faubel (Aprilia) ha conseguido pisar por ahora el cajón en alguna carrera, no así el resto, a los que por una u otra razón la suerte les ha sido esquiva.