L D (EFE) Los Lakers rozan su decimoquinto título y tienen tres partidos por delante para lograrlo. El milagro para los Magic se complica aún más porque el equipo angelino no pierde tres partidos consecutivos desde que Pau Gasol llegase el 1 de febrero de 2008 a la plantilla, procedente de los Grizzlies de Memphis.
A pesar de ello, los californianos y el jugador español en concreto, quieren zanjar el asunto cuanto antes. "Ellos están contra la pared", ha manifestado Gasol en declaraciones a medios españoles. "No querrán que nos proclamemos campeones en su pista; el año pasado yo no quería ver a Boston corriendo por la pista con champán delante de mi público, y creo que algo parecido pasará este domingo", ha continuado Gasol.
Para el catalán, la "confianza" y el "deseo" por ganar "ya" el título deben ser las claves que empujen a los Lakers a echar el cierre a la Final en el Amway Arena, aunque para él no resulte fácil lidiar con la "ansiedad" que le provoca tener tan cerca la consecución del anillo. "Hay mucha emoción y sentimientos en juego", ha admitido el 16 angelino. "Incluso cierta ansiedad, pero procuro mantener la concentración y salir a tope. No tengo nervios, sólo ganas de alcanzar el sueño de una vez por todas. Estar en esta situación me hace sentir especial", ha confesado Gasol, que ha querido recordar el gran cambio que supuso a todos los niveles su llegada a los Lakers.
"Me sentí rejuvenecido, me dio muchísima vida", ha declrado, en tono emocionado. "Fue una inyección de motivación, juventud y energía, porque en los Grizzlies no veía la luz, estaba estancado", ha apuntado. Ahora, año y medio después de recibir aquella noticia, tiene más a mano que nunca el título de la NBA, el que sería el primero para un jugador español. "Siempre me he dirigido por metas y quiero seguir teniendo motivaciones; nunca me quedaré satisfecho por lo que haya conseguido", ha señalado Gasol, que aún no quiere lanzar campanas al vuelo. "Tenemos una situación muy favorable, pero aún queda uno", ha concluido.