L D (EFE) "He tenido doce ocasiones para romper y no he conseguido ninguna, y aquí, si no haces una ruptura no logras ganar partido. No he encontrado la forma de restar, me he sentido incómodo en la pista durante todo el encuentro, era una situación extraña y a él se la ha dado todo de cara. Por eso me voy con mal sabor de boca", añade.
Para el discípulo de Jordi Vilaró la clave estuvo en el 5-4 del segundo set, "cuando él cometió tres dobles faltas", relataba, "ahí he tenido mi oportunidad, porque he visto que estaba nervioso, pero no me he sentido agusto, su saque es el de un zurdo muy endiablado y no he podido. Nunca he entrado en el partido".
"El abductor no lo tenía fino, no podía sacar todo lo fuerte que quería", continuaba Blanco. "Son problemillas que luego durante el partido vas pensando un poco, pequeñas cosas que te incomodan y que te hacen jugar no todo lo cómodo que tu quisieras. Mi plan es ahora encarar todo para Roland Garros", concluyó el jugador asturiano.
Para el discípulo de Jordi Vilaró la clave estuvo en el 5-4 del segundo set, "cuando él cometió tres dobles faltas", relataba, "ahí he tenido mi oportunidad, porque he visto que estaba nervioso, pero no me he sentido agusto, su saque es el de un zurdo muy endiablado y no he podido. Nunca he entrado en el partido".
"El abductor no lo tenía fino, no podía sacar todo lo fuerte que quería", continuaba Blanco. "Son problemillas que luego durante el partido vas pensando un poco, pequeñas cosas que te incomodan y que te hacen jugar no todo lo cómodo que tu quisieras. Mi plan es ahora encarar todo para Roland Garros", concluyó el jugador asturiano.