L D (EFE) La dimisión de Berlusconi se ha producido a raíz de una nueva normativa de la Autoridad Antimonopolio, que prohíbe a quienes ocupen algún puesto en el Gobierno tener cargos o realizar ciertas funciones en sociedades o actividades empresariales con ánimo de lucro, según la sociedad.
El cargo de presidente "quedará por el momento vacante", añade el club, con lo que se aleja por ahora la posibilidad de que el hijo del primer ministro, Piersilvio Berlusconi, sea el nuevo dirigente del Milán, tal y como habían especulado algunos medios italianos. En los dieciocho años en los que Berlusconi ha ocupado el cargo de presidente, el Milán ha ganado siete títulos de Liga, una Copa de Italia, cinco Supercopas de la Liga, cuatro Copas de Europa, cuatro Supercopas europeas y dos intercontinentales.
La dimisión, que se hará efectiva el próximo 2 de enero, supone el fin oficial de la que ha sido una de las aventuras empresariales más queridas de Berlusconi, aunque su adiós es más formal que real, ya que, pese a no gestionarlo directamente, el primer ministro seguirá de cerca las operaciones del club. A la espera del nombramiento de un nuevo presidente, los rojinegros quedan por ahora a cargo de Adriano Galliani, que además de ser vicepresidente y consejero delegado de la entidad es el brazo derecho de Berlusconi en el mundo del fútbol.