Cristiano Ronaldo atraviesa el peor momento de su carrera

Cristiano Ronaldo cumplió 37 años el pasado 5 de febrero. No ha marcado aún en este 2022. Su equipo, el Manchester United, está en una profunda depresión y su sequía goleadora es la peor de los últimos trece años.

Para remontarse a un momento más oscuro de Cristiano, que ha anotado 688 goles en su carrera deportiva, hay que irse hasta antes de que vistiera de blanco en el Real Madrid. En su primera etapa como diablo rojo, Cristiano estuvo sin marcar desde mediados de noviembre de 2008 hasta finales de enero de 2009. Diez partidos en total: nueve de ellos de Premier League y uno de la Copa de la Liga.

Aston Villa, Manchester City, Derby County, Sunderland, Tottenham Hotspur, Stoke City, Middlesbrough, Chelsea, Wigan Athletic y Bolton Wanderers. Todos ellos se libraron del Cristiano que aún jugaba tirado a una banda y que unos meses después se marcharía al Real Madrid tras perder la final de la Champions de Roma contra el Barcelona de Leo Messi.

Pero Cristiano ya no es el joven capaz de recuperarse de aquella sequía elevando sus cifras goleadoras a registros insospechados cuando cambió de aires. Tampoco la Premier que dejó es la misma que en la que juega ahora. La obsesión del portugués por cuidar su cuerpo, más haber evitado grandes lesiones en su carrera, le ha permitido dilatar su fútbol en una de las posiciones más duras como es la de delantero. Sin embargo, el máximo goleador la temporada pasada en Italia (29) no da con la tecla en Inglaterra.

Cinco partidos sin ver puerta para él son demasiados. El último de ellos fue el pasado sábado ante el Southampton en Old Trafford (1-1). Cristiano jugó los 90 minutos de un partido en el que el gol de los locales lo firmó Jadon Sancho en el 21’, antes de que Che Adams estableciera el empate al comienzo de la segunda parte (m.48).

Otro tropiezo más del United en una temporada aciaga en la que los diablos rojos —pese a los fichajes del propio Ronaldo, Raphael Varane y Sancho— ya han quedado eliminados de la FA Cup en la cuarta ronda al perder contra el Middlesbrough, de segunda división, en los penaltis. El equipo de Manchester no sabe todavía cómo salir del profundo agujero en el que está metido, con los octavos de final de la Champions a la vuelta de la esquina.

"Tiene que marcar más"

Hasta el propio entrenador de los diablos rojos, Ralf Rangnick, no ha dudado en dar un toque de atención a su estrella en público. "Cristiano tiene que marcar más", dijo el entrenador alemán antes de que el 7 se quedara sin anotar contra el Southampton.

Y a pesar de todo ello, CR7 es el máximo goleador del equipo esta campaña, con 14 tantos entre todas las competiciones. Brillan especialmente las seis dianas que acumula en su competición fetiche, la Liga de Campeones. Ahí es donde la sequía de Cristiano puede pegar un vuelco. El luso choca en la Champions con uno de los equipos a los que mejor le tiene tomada la medida.

El Atlético de Madrid recibirá a los diablos rojos en nueve días, oportunidad para que Cristiano se destape ante una de las grandes víctimas que dejó en España y también en Italia. 25 goles le ha marcado a los rojiblancos en 35 partidos. En su último enfrentamiento, en la temporada 2018/2019, ya con la camiseta de la Juventus, les hizo un hat-trick para eliminarlos de Europa. Su último triplete en una competición que ha ganado en cinco ocasiones.

¿Escupió a un compañero?

Para más inri y para acentuar el mal momento de Cristiano, en las últimas horas ha salido a la luz una polémica con el crack de Madeira como protagonista. Y es que en las redes sociales está circulando un vídeo en el que se ve cómo Ronaldo escupe en la dirección donde se encuentra su compañero Anthony Elanga, al que impacta en al espalda, durante el último encuentro ante el Southampton.

Aunque Elanga ni se da cuenta, y teniendo en cuenta que el gesto parece ser totalmente involuntario, las redes sociales no han tardado en criticar al astro portugués. "Estoy seguro de que la FA ha visto a Cristiano escupirle a Elanga", decía un aficionado, mientras muchos otros, más allá de reclamar una sanción, pedían una explicación de lo que había sucedido.

El portugués acabó desesperado ese encuentro ante el Southampton y al borde del llanto, como se puede ver en estas imágenes...