El caso de Ousmane Dembélé en el FC Barcelona ha terminado de saltar por los aires. El delantero francés se quedó este jueves fuera de la convocatoria para el partido de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao —que los azulgranas perdieron por 3-2 en la prórroga—, después de que el director de fútbol del club, Mateu Alemany, lanzara una clara advertencia al jugador, que de momento no renueva su contrato que expira el próximo 30 de junio.
"A once días de cerrar el último plazo de su contrato, el club entiende que el jugador no quiere renovar y que no está comprometido con el proyecto futuro del Barça. Se le ha comunicado a él y a sus agentes que tiene que abandonar el club y que tiene que buscar una transferencia antes del 31 de enero", advirtió Alemany.
También el entrenador Xavi Hernández fue muy claro en este sentido. "No quiero faltar el respeto a nadie, pero el mensaje es claro: o renueva o deberá buscar una solución de salida", aseguró el técnico de Tarrasa en la previa del choque en San Mamés.
Tras conocer las declaraciones de Xavi y de Alemany, el sindicato de futbolistas AFE, que preside David Aganzo, emitió un comunicado advirtiendo que el club no puede utilizar presiones con el fin de que el jugador acepte una oferta de renovación de contrato. El sindicato también reconoció que el Barça no está obligado a alinearle y llevarle convocado en los partidos, aunque sí debe mantener los pagos y las condiciones de trabajo del futbolista.
Por su parte, el propio Dembélé rompió su silencio con otro comunicado en su cuenta de Instagram afirmando que "no tengo la costumbre de ceder al chantaje". "No soy un hombre que hace trampas y menos todavía un hombre que tiene la costumbre de ceder al chantaje. Como sabéis, hay negociaciones. Dejo a mi representante encargarse de ello, es su terreno. Mi terreno es la pelota, simplemente jugar al fútbol, compartir momentos de alegría con mis compañeros y todos los socios", escribió el galo en sus redes sociales.
Dembélé, que parece tener ahora mismo pie y medio fuera del club azulgrana, también dijo que hace cuatro años que "no contesta" ninguno de los "chismorreos" que surgen sobre su figura, añadiendo que está totalmente "implicado y a disposición" del club y del técnico Xavi Hernández. "Prohíbo a cualquiera dar a pensar que no estoy implicado en el proyecto", señaló el jugador francés, quien en su mensaje recordaba que "siempre lo he dado todo para mis compañeros y para todos los socios" y que "ahora eso no va a cambiar".
La opinión del experto
Esas son las versiones que dan las partes interesadas, pero cabe preguntarse si, ante esta situación, el Barcelona está haciendo mobbing (acoso laboral) o simplemente es una medida de presión para que renueve su contrato. Libertad Digital ha querido pulsar la opinión de un experto en derecho deportivo como es Toni Roca, director del Sports Law Institute y del bufete Himnus.
Este abogado lo tiene claro y deja el siguiente titular a este medio: "Dembélé podría denunciar al FC Barcelona por vulnerar su honor e incluso extinguir su contrato". Y es que Roca ve en la actuación del club argumentos jurídicos suficientes para que el jugador reclame daños y perjuicios. "Dembélé podría incluso explorar la opción de extinguir unilateralmente su contrato amparándose en el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores que, de manera subsidiaria al Real Decreto 1006/1985, se aplica a todos los futbolistas profesionales", explica. Este extremo, el de la extinción unilateral del contrato, resulta más complicado de reclamar, pero no imposible "porque podría invocar el incumplimiento grave y culpable de sus condiciones laborales por parte del FC Barcelona", aclara Roca.
El artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores fija que son causas justificadas para extinguir un contrato por parte del trabajador "las modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo (…) que redunden en el menoscabo de la dignidad del trabajador". Esta vía incluye el pago de indemnizaciones por despido improcedente. "Entiendo que, por ser mucho más drástica y compleja, y quedarle solo seis meses de contrato, lo normal es que Dembélé no contemple esta opción. La de reclamar daños y perjuicios es diferente porque se trata de una vía en la que podría insistir incluso después de abandonar la entidad", añade Roca.
"Puede acreditar daño a su honor"
"Los últimos acontecimientos invitan a estudiar las consecuencias jurídicas. Y no me refiero sólo a que Xavi haya decidido apartarle de la convocatoria por motivos no deportivos, como él mismo ha reconocido, sino que desde el club se haya lanzado un mensaje público poniendo en duda su compromiso con la entidad por no querer ampliar su contrato", añade Roca.
"Aquí se puede interpretar que las condiciones de trabajo de Dembélé han sido modificadas por la empresa, porque al jugador se le priva de un aspecto esencial de su actividad, que es jugar, no por una decisión técnica, sino por motivos extradeportivos, como el club reconoce. Esto es, por no renovar, algo a lo que el jugador no está obligado. El futbolista no incumple su relación laboral con el Barcelona por negarse ampliar el contrato", añade Roca.
"Además, queda claro que hay una vulneración de su dignidad laboral y su honor al dejar entrever que es un mal deportista profesional. Es precisamente de lo que ayer se defendió Dembélé en su comunicado a través de redes sociales. Se trata de una decisión que se podría acreditar", deduce el director del Sports Law Institute.
"Con Dembélé no hay mobbing"
Toni Roca, sin embargo, descarta que el futbolista pueda explorar la vía del acoso laboral o del mobbing porque apenas tiene argumentos jurídicos que se amolden a lo que la legislación española considera un supuesto de este tipo. "Por ejemplo, una de las condiciones obligatorias para que una empresa sea considerada culpable de acoso laboral es perpetuar en el tiempo una actuación vejatoria hacia su trabajador. En este caso no existe reiteración alguna. La primera vez que Xavi dejó fuera de la lista a Dembélé por no renovar fue ayer. Asunto diferente es si, por ejemplo, Dembélé llevara ya seis meses sin ir convocado, entrenándose al margen del equipo con declaraciones continuadas contra su persona. En ese caso sí se podría estudiar una denuncia por acoso laboral", explica Roca.
"Además, queda claro que hay intereses económicos por ambas partes; es decir, que el Barça quiere sacar un rendimiento económico del jugador y por eso actúa así y el futbolista, a su vez, pretende mejorar su contrato o irse a otro club para ganar más aprovechando que será agente libre. Este escenario ningún juez trataría la situación de Dembélé como mobbing", insiste.
"Habrá muchos más casos Dembélé"
Por último, Toni Roca insiste en que en el futuro podrían darse muchos más casos Dembélé debido a que el escenario de transferencias internacionales invita a repetir este modelo, sobre todo porque muchos jugadores de la más alta élite empiezan a ver sus salidas con la carta de libertad como una oportunidad.
"Dembélé no es, ni será, el último jugador que un gran club ficha por una cantidad ingente de dinero esperando que el futbolista renueve pasado el primer plazo firmado en el contrato o salga por una cantidad jugosa en caso de que se niegue a renovar. Los equipos deben empezar a pensar que, si pagan cantidades tan elevadas, corren el riesgo de que sucedan escenarios como éste; es decir, que el futbolista se niegue a salir o a renovar y eso influya en la inversión inicial hecha por el club sin que el jugador incurra en ilegalidad alguna. Guardando las distancias, es algo parecido a lo que ha sucedido con Sergio Ramos o lo que se especula que podría pasar con Mbappé, en caso de abandonar el PSG el próximo verano. Seguro que en el futuro habrá más situaciones similares", concluye Roca.