
La pandemia del coronavirus ha hecho estragos y no solo en lo físico. En lo psicológico ha destrozado a mucha gente. España afronta su máximo histórico de suicidios con los centros de salud mental saturados. La pandemia ha disparado los trastornos psiquiátricos en adolescentes, jóvenes y se han multiplicado los casos de depresión e ideación suicida.
En el mundo del fútbol los problemas psicológicos no son una excepción. En Argentina Emanuel Mammana, central del Sochi que está destacando en los últimos meses y se encuentra cerca de regresar al River Plate, ha revelado un durísimo relato el que ha confesado en Radio La Red su intento de suicidio en un momento de su vida en el que estaba roto por el fallecimiento de sus padres:
"Todos los que pasaron por una perdida de sus padres saben lo duro que es. Tuve ganas de suicidarme, estuve a punto de hacer una locura. Gracias a una persona sigo vivo. Un día me iba a entrenar, después de que pasaran dos meses que no quería saber más de nada. Fui solo a coger el tren, vi que venía y como que no tenía ganas de nada, estuve a punto de tirarme", contó Mammana.
Un desconocido ejerció como su particular Ángel de la guarda y le salvó en el último momento: "Me agarraron del cuello de la camiseta y me tiraron contra la pared. Esa persona me dio un par de tortazos por lo que estuve a punto de hacer. No sé quién es pero le agradezco de todo corazón. Me salvó la vida. Hoy tengo a mi familia y mis hijos. Mis papás no hubieran querido eso".
El zaguero argentino ya confesó su intentó de suicidio en Olé: "Fue muy difícil, muy difícil. Fueron dos o tres meses que me costaron muchísimo tras la muerte de mis padres. No quería hacer nada, no tenía motivaciones y ni siquiera quería seguir viviendo. Pero pese al dolor pude ir saliendo. Y River me ayudó. Me di cuenta de que en casa habían luchado tanto para que yo llegara que no podía tirar todo por esa tristeza. Tenía que cumplir el sueño de mi papá: él quería que llegara a Primera".
Mammana relató también otros momentos de su dura vida y del apoyo de sus padres para triunfar: "De chico comía gracias a lo que me daba River. Mi papá decía que no tenía hambre para que yo comiera. Se lo debo todo a ellos y gracias a mi salvador anónimo, ahora puedo respirar tranquilo".