El coronavirus se ensaña de forma severa con el Club Deportivo Lugo. La entidad rojiblanca realizó pruebas a la plantilla al completo más el cuerpo técnico, tras haber detectado un positivo en coronavirus el pasado viernes. Estos resultados no han llegado en forma de buena noticia, un total de 14 positivos en la plantilla del primer equipo, 7 en miembros del cuerpo técnico, y uno en personal auxiliar. En total, 22 contagiados.
Dadas las circunstancias que vive el club lucense, tuvieron que suspender los entrenamientos del fin de semana. Los de Rubén Albés tenían previsto enfrentarse este lunes al Almería en el Ángel Carro (21.00 horas), en el partido correspondiente a la jornada 21 de Segunda División, pero el partido pende de un hilo.
¿Se jugará el partido de mañana ante el Almería?
El protocolo de LaLiga Smartbank, actualizado hace apenas unos días debido a los diferentes contagiados que han ido notificando diferentes clubes de la categoría recientemente, es muy claro. La Liga considera que un duelo se puede suspender cuando no haya 13 jugadores disponibles. La primera plantilla del Lugo, por el momento, cuenta con 12 jugadores que no han dado positivo. En caso de que no se pueda llegar a esa cifra con futbolistas del primer equipo, también se jugará si hay 5 profesionales y el resto son del filial.
Por lo tanto, si el brote no se extendiese más, el partido podría disputarse, ya que la primera plantilla aportaría 12 jugadores, y solamente se tendría que recurrir a uno del Polvorín (Lugo B). Sin embargo, el propio club reconoce que siguen a la espera de más resultados, por lo que los contagios podrían seguir aumentando.
En caso de que el partido sea suspendido, se tendría que reprogramar para antes del 1 de marzo. Así lo establece el protocolo de La Liga, que afirma que un club que posponga un encuentro debido a un brote de coronavirus y que no pueda disputarlo antes del mes de marzo perderá el encuentro de forma automática.
No es el primer caso de coronavirus dentro de la plantilla del Lugo. De hecho, a la vuelta de las vacaciones del pasado verano, 5 futbolistas dieron positivo en los test PCR a los que se sometieron para regresar a los entrenamientos, por lo que tuvieron que aislarse y mantenerse fuera del entorno del resto de la plantilla. Aquel brote no fue a más y el equipo pudo volver a la actividad sin más problemas.