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Posible mano de Busquets en El Sadar: la explicación por la que no se puede pitar penalti

La jugada previa al 1-2 del Barcelona en Pamplona ha traido mucha cola. Explicamos la posición del CTA

Piqué y Busquets protagonistas de la jugada | EFE

Parte del mundo periodístico se levantó en armas cuando en el partido entre Osasuna y Barcelona una jugada llamó mucho la atención por provocar un gol del equipo azulgrana precedido de un posible penalti en área visitante. Busquets toca con la mano un balón que procede de un compañero. Lo hace de manera involuntaria y sin poder apartar la mano. Quizá la jugada se hubiera quedado aislada si no hubiera terminado en gol pero el Barcelona se adelantaba en el marcador con esa acción. Lo explicamos a continuación.

Este verano se han introducido algunos cambios en la forma de arbitrar las manos. Las no sancionables, las que nunca serán penalti o falta son exactamente cinco supuestos y uno de ellos, concretamente el último, es el que se ajusta a lo que pasó en la acción de Busquets en propia área.

No se sancionarán. 1- Una mano en posición natural, algo separada del cuerpo pero en una posición que no agranda el cuerpo del jugador. 2- Las manos pegadas al cuerpo. 3- Las manos apoyadas o camino del apoyo cuando un jugador intenta poner su brazo en el suelo para soporte del equilibrio. 4- Una mano de un jugador tras intento de jugar el balón por parte del propio jugador. 5- Una mano que viene de un compañero y sorpresivamente le pega en el brazo.

Este último punto explicó Undiano Mallenco el pasado 12 de agosto que era nuevo de este año y es una normativa que la UEFA empezó a introducir en este pasado mes de junio. Carlos Clos Gómez, vicepresidente del Comité Técnico de árbitros lo explicó en El Primer Palo esa misma noche.

El despeje de Gerard Piqué le coge de sorpresa total a Sergio Busquets y el colegiado valenciano Martínez Munuera hace el gesto claro de que no hay nada punible en esa acción. El contragolpe azulgrana sigue su curso y Abde marca el 1-2 ante el rugir de El Sadar que, desesperado y presa de la frustración pidió penalti de manera exacerbada. Sólo hay que consultar la regla, que es clara y taxativa en ese sentido.

Hay que tener en cuenta en esta acción el propio protocolo VAR que impide al Videoarbitraje desde las Rozas influir en una jugada que el árbitro ha interpretado en su totalidad. El gesto de Martínez Munuera no deja lugar a la duda. Está al lado de Busquets y señala con sus brazos de manera muy obvia que no hay mano. Esa jugada tiene que ser muy clara al contrario, es decir, que el VAR vea que es mano clamorosa, para discutirle al colegiado de campo su decisión. Por eso el extremeño Gil Manzano no entró a valorar que el árbitro fuera al monitor y ordenó continuar el juego.

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