El Chelsea se ha dejado en las últimas tres temporadas más de 400 millones en fichajes de relumbrón como Romelu Lukaku, Timo Werner, Kai Havertz y Ben Chilwell, entre otros, pero lo que de verdad está brillando en los últimos meses es su cantera, una de las más prolíficas de Europa y que este martes bailó al Juventus de Turín en Stamford Bridge.
La Academia de Cobham es la fábrica que mejor rendimiento está dando en el mundo ahora mismo. Si no fuera por la intromisión final de Werner, el encuentro ante el Juventus hubiera sido una conjugación perfecta de tres productos de ella, Trevoh Chalobah, Reece James y Callum Hudson-Odoi.
Los tres marcaron, los tres han crecido en esa localidad a las afueras de Londres donde el Chelsea tiene su base de operaciones, los tres conforman el futuro de un equipo que está haciendo las cosas bien desde abajo.
"Esto es lo que hace los equipos especiales, no solo que tengan superestrellas y los mejores jugadores extranjeros, sino la mezcla y que haya chicos humildes de la cantera, cuyo mayor sueño en la vida es jugar para el Chelsea en Stamford Bridge", dijo Thomas Tuchel.
Chalobah ha sido el último en brillar. Un central potente, incrustado en la defensa de cinco, con juego aéreo y que, en su primera titularidad en la Champions, se estrenó con un golazo. James es la sensación de esta temporada y la afición 'Blue' le coreaba este martes "¡James es uno de los nuestros!". En un equipo con Lukaku, Werner y Havertz, este lateral es el máximo goleador del equipo con cinco tantos, además de haber repartido cinco asistencias.
Hudson-Odoi, pese a toda la calidad firmada, se ha mantenido como un recambio de lujo, aunque ha tenido que trabajar mucho para volver a ganarse la confianza de Tuchel. Tras solo jugar dos de los ocho primeros encuentros de la campaña, Hudson-Odoi ha disputado los siete últimos.
Pero el talento no acaba aquí. También está Mason Mount, fundamental con la selección inglesa y junto a James, uno de los dos canteranos del Chelsea titulares en la pasada final de la Champions, y un Ruben Loftus-Cheek que tuvo una cesión complicada en un descendido Fulham, pero que ha contado con oportunidades en los últimos cinco encuentros del Chelsea. Su figura de centrocampista diferente, aguerrido y corpulento es muy valorada por Tuchel, en un equipo con mediocentros 'bajitos' como Kanté, Jorginho y Kovacic.
Y estos son solo los futbolistas que ahora mismo están en la plantilla del Chelsea, pero si se mira fuera de ella, Cobham ha exportado mucho talento que algún día retornará a Stamford Bridge. Uno de los que más está llamando la atención es Conor Gallagher, que debutó ante San Marino con la selección inglesa y que se ha destapado esta temporada en el Crystal Palace. Su mejor momento fue anotar en la victoria ante el Manchester City.
Los 'Blues' también tienen fuera, jugando con regularidad, a Tino Livramento y Armando Broja, en el Southampton, y a Billy Gilmour, titular con Escocia en la Euro, en el Norwich City. Los tres están cedidos, mientras que en el capítulo de traspasados destacan Kurt Zouma, vendido por 35 millones al West Ham United, Tammy Abraham, que se fue por 40 al Roma, y Fikayo Tomori, que tomó rumbo a Milán por 30 millones.
Su éxito en la pasada Champions es el reflejo de una generación que ha venido pisando fuerte y que ya se hizo con la UEFA Youth League en 2015, teniendo en el equipo a Andreas Christensen, Dominic Solanke, Loftus-Cheek, Abraham y Charly Musonda, y en 2016, con Mount, Tomori y Abraham como máximo goleador.
Una progresión sostenida y que no cumple esa máxima de los que triunfan en la cantera no llegan al primer equipo. Los jugadores del año en Cobham fueron Solanke (2015), Tomori (2016), Mount (2017), James (2018), Gallagher (2019), Gilmour (2020) y Livramento (2021). Todos han jugado en la Premier League.