Milutin Osmajic se convirtió el pasado verano en uno de los fichajes más ilusionantes del Cádiz para esta temporada. Sin embargo, el delantero montenegrino, que llegó procedente del Sutjeska Niksic de su país, está firmando un discretísimo arranque de campaña al haber disputado sólo 172 minutos en siete partidos, sin haber marcado un solo gol ni dado una asistencia.
De hecho, el futbolista balcánico, de 22 años, se está dejando notar más fuera de los terrenos de juego que dentro de ellos y a mediados del pasado mes de octubre protagonizó un altercado de madrugada en una conocida discoteca del Paseo Marítimo de la capital gaditana, pocos días después de trascender que varios jugadores del Cádiz se fueron de fiesta en Madrid tras la derrota liguera sufrida contra el Rayo en Vallecas (3-1).
Según apuntan varios medios locales, Osmajic, en aparente estado de embriaguez, se peleó con varias personas dentro de la discoteca y se llevó un botellazo en la cabeza. Acto seguido fue expulsado del local y una vez fuera volvió a protagonizar una pelea ya en el Paseo Marítimo. Los porteros del local, alarmados por la situación, llamaron a la Policía Nacional y agentes se personaron en el lugar de los hechos.
Una semana después, el futbolista, que llegó a estar apartado del primer equipo y se entrenó con el filial cadista —con el que llegó a jugar dos partidos— recibió una sanción judicial de 450 euros.
Sobre la situación de Osmajic ha hablado el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, en declaraciones al periódico andaluz Estadio Deportivo. El dirigente se caracteriza por no morderse la lengua y tampoco lo quiso hacer al hablar del monetegrino. "A algunos nuevos les gusta divertirse más de la cuenta, es algo que puede ser sano porque son jóvenes, pero eso debe casar con el respeto al fútbol y a lo que es un futbolista profesional", dice sobre Osmajic, a quien considera "un buen jugador".
Sin embargo, Vizcaíno también dice que el delantero debe "corregir muchas cosas fuera del terreno de juego": "Tiene potencial, entre todos vamos a intentar que la versión que tiene de jugador que puede romper como crack la pueda demostrar en el campo además de en algún que otro bar de copas donde sí sé que lo demuestra bien".
Además, el dirigente recuerda el episodio del defensa Rafael Giménez, Fali, que desarrolló un miedo que lo paralizaba cuando estalló la pandemia del coronavirus e incluso se negó a entrenar con el equipo por temor a contagiarse. Ahora les ha tocado ayudar a Osmajic. Así lo explica Manuel Vizcaíno, haciendo gala del trabajo psicológico que en el club amarillo hacen con sus jugadores.
"Aquel día nos tocó con Fali, que tenía una 'lesión' en la cabeza, y ahora si Osmajic tiene una 'lesión' en la mano recogiendo copas se la arreglaremos también", finalizó Manuel Vizcaíno.