Minuto 84 de partido, 1-0 en el marcador a favor del Alavés, Gerard Gumbau, que acaba de entrar al terreno de juego en lugar de Omar Mascarell, saca una falta lejana. El balón cruza el área y es ahí cuando suceden una serie de toques que han conducido directos a la polémica.
Benedetto, de tacón, prolonga el centro de su compañero y le sirve el balón a Carrillo, que remata de tijera, en posición antirreglamentaria. Golazo, pero con revisión del VAR. ¿El motivo? Antes de que el balón le llegue al delantero, Leujene interviene en la jugada, al igual que Eric García en la final de la Nations League contra Francia cuando, queriendo cortar el balón, lo toca pero acaba en pies de Mbappé, que hace el gol.
En aquel partido no fue anulado. Sin embargo, lo vivido en la noche del martes fue diferente: en esta ocasión sí se anuló. La explicación aparente, la no voluntariedad del central del Alavés en su acción. Pero entonces, ¿en qué quedamos? Según la regla, si la toca el defensa es una nueva jugada. Siguiendo el planteamiento que usó Anthony Taylor con el joven central del Barça, el gol del Elche tendría que haber subido al marcador.
Pues el gol fue anulado tras una larga y difícil espera para los locales que veían la posibilidad de que se escaparan 3 puntos mandatorios para salir del descenso. No fue así, un gol de Loum le había concedido la ventaja que terminaría siendo definitiva. Tras un saque de esquina prolongado por Laguardia, el centrocampista se disfrazaba de delantero para empujar el balón al fondo de la red.
Al final, el Alavés alcanza los 9 puntos pero con polémica. Ahora, con dos victorias encadenadas, empieza a esbozar una sonrisa. No completa, ni por la situación, aún complicada, ni por las consecuencias. Pacheco, después de aguantar con dolor durante varios minutos, abandonó el partido lesionado. Justamente, mientras el gol de Benedetto era anulado.