Un seguidor ultra del Niza fue detenido este lunes por la policía francesa después de los graves incidentes del domingo en el encuentro de ese equipo contra el Olympique de Marsella, por el que se anunció el cierre de una tribuna del estadio del equipo nicense.
El detenido, de 28 años, es sospechoso de haber sido uno de los ultras del Niza que invadieron el terreno de juego del estadio de su ciudad para golpear a algunos jugadores del OM, informaron medios locales.
Por otra parte, el prefecto (delegado del Gobierno) en el departamento de Alpes Marítimos anunció esta noche "ante la gravedad de los incidentes", el cierre durante cuatro semanas de la tribuna sur del Estadio Allianz de Niza, donde tuvieron lugar los altercados.
Además, la prefectura ordenó la instalación en esa tribuna de una red que proteja el terreno de juego del lanzamiento de objetos y la prohibición del acceso al estadio a las personas que puedan ser identificadas por la policía como participantes en los incidentes.
Finalmente, la tribuna para seguidores visitantes será objeto de un estudio sobre medidas adicionales de protección, señaló la prefectura en un comunicado, en el que precisa que estas medidas son independientes de las que pueda adoptar la Liga de Fútbol Profesional (LFP). La prefectura recuerda que movilizó 250 policías y gendarmes para este encuentro de la tercera jornada de la liga francesa.
Los incidentes comenzaron cuando varios seguidores ultras de la tribuna sur del estadio de Niza lanzaron botellas de plástico a los jugadores del OM hasta que una de ellas impactó en el internacional francés Dimitri Payet, quien la envió de vuelta a la tribuna, algo que también hizo el español Álvaro González con otro envase.
A partir de ahí, numerosos aficionados locales saltaron al terreno de juego, pese a los esfuerzos del personal de seguridad para contenerlos, con la intención de agredir a los jugadores del Marsella. Jugadores y personal de ambos equipos se implicaron en la refriega y el partido se suspendió durante más de una hora.
Después, las autoridades y la LFP acordaron la reanudación del encuentro, pero los jugadores del OM, apoyados por su presidente, el español Pablo Longoria, rechazaron jugar porque temían por su seguridad.
Posteriormente, los dirigentes de ambos equipos se enzarzaron en un cruce de acusaciones acerca de la responsabilidad en la escalada de los incidentes (por ejemplo, el técnico argentino del OM, Jorge Sampaoli, tuvo que ser sujetado), reproches que han continuado hasta este lunes.
En la primera jornada de liga, los seguidores del Montpellier también lanzaron objetos contra los jugadores del OM, por lo que la repetición del episodio ha airado aún más a jugadores, directivos y técnicos del club.
La ministra francesa de Deportes, Roxana Maracineanu, afirmó este lunes que con estos incidentes "se ha superado una línea roja" y tendrá que haber sanciones, y consideró el episodio "un insulto para el fútbol y para el deporte en general".
En declaraciones a medios franceses, Maracineanu dijo entender que el Marsella no quisiera volver al terreno de juego: "Si los jugadores se sintieron en peligro (...) hicieron bien". La LFP ha convocado a ambos equipos a la sesión del Comité de Disciplina del próximo miércoles.
La Fiscalía anunció este lunes la apertura de una investigación por varios posibles delitos, y advirtió de que ser declarado culpable de todos ellos podría suponer penas de hasta tres años de prisión y 45.000 euros de multa.
En el momento de la suspensión del encuentro, el Niza ganaba por 1-0. En principio, la LFP debería declarar perdedor del encuentro al Marsella por 3-0 por haberse negado a continuar.