Que Leo Messi sea jugador del Paris Saint-Germain es un sueño para muchos que pasará a ser realidad en las próximas horas. Muchas cosas han ocurrido en los últimos días para pasar de la renovación sin obstáculos de Messi con el Barça a el PSG como club mejor posicionado para hacerse con los servicios del argentino.
En primer lugar el comunicado del FC Barcelona sobre la imposibilidad de renovar de nuevo a Messi, después la llamada de Jorge Messi (su padre) al PSG para preguntar si el fichaje sería viable. También las declaraciones de Guardiola ante la noticia, negando que el Manchester City vaya a intentar ficharle ya que acaban de desembolsar la friolera de 117 millones por un jugador que ya viste el número 10.
Así, L’Equipe afirma que "es cuestión de horas" que se oficialice la compra gratuita del "mejor jugador del mundo" por el club parisino. Confiando en el diario francés y asumiendo que no hay muchos clubes que puedan afrontar la ficha de Messi, se puede ir pensando en los planes que tiene Mauricio Pochettino para el astro argentino.
El PSG cuenta con una de las mejores delanteras del mundo en la actualidad: Neymar, Mbappé, Di María y Mauro Icardi. No han coincidido casi nunca los cuatro en el campo debido a las numerosas lesiones que arrastran, pero la intrusión de Messi hace que uno de los cuatro, si las lesiones lo permiten, tenga que sentarse en el banquillo.
De primeras parece claro, Mauro Icardi sería el damnificado, Neymar se quedaría en la banda izquierda, Di María en la derecha y Mbappé sería la punta de ataque. Esto permitiría a Messi actuar con libertad de movimiento por el campo como un centrocampista, encajando más en la posición de media punta.
Pero hay un detalle que Pochettino tiene que tener en cuenta y es el ‘modus operandi’ de Leo Messi desde hace mucho tiempo: no correr en la dirección del balón. El argentino sorprende por su bajo porcentaje de lesiones, uno de los motivos principales de esto es que no realiza un gran esfuerzo físico ni para bajar a defender ni para presionar. Simplemente espera a que le llegue el balón para poder armar la jugada.
Es un detalle a tener en cuenta por el entrenador argentino ya que igual le interesa que los tres centrocampistas ayuden a la línea de atrás y que sea un delantero (Messi) el que se descuelgue en tareas defensivas. Neymar y Mbappé, en el caso de que se quede, son intocables en el once, al igual que lo será Messi cuando llegue. Por eso la duda está entre dos argentinos, Icardi o Di María, con el último lleva 13 años jugando en la selección argentina (desde 2008).
Otra opción es que Neymar o Di María asuman el papel de segundo delantero o media punta, dejando a Mbappé en la izquierda, Messi en la derecha e Icardi en punta. Lo que está claro es que la marcha de Mbappé libraría a Pochettino de este bendito problema, siempre y cuando las lesiones respeten a sus delanteros.