Esta noche el Bayern de Munich, vigente campeón de Europa, peleará en el Parque de los Príncipes la clasificación para las semifinales de la Champions. Mañana lo hará el Dortmund ante el City. Los dos parten con desventaja; pero a nadie sorprendería que lograran el pase. Ambos.
El fútbol alemán se ha situado en los últimos años en un nivel, como mínimo, similar al de fútbol español y británico. Hacía años que no sucedía. En las dos últimas décadas la Bundesliga miraba con envidia a la Liga, la Premier o la Serie A. Ahora se miran de tú a tú. Un crecimiento del fútbol germano que se ha visto también reflejado en la gran cantidad de entrenadores exitosos que han salido del país.
Un crecimiento del fútbol germano que, al fin y al cabo, viene a consolidar lo que se ha sabido siempre, pero que se había olvidado con el comienzo de este siglo: Alemania ha sido siempre una de las superpotencias mundiales del fútbol. A nivel de selecciones, y a nivel de clubes.
Algo que seguramente no hubiera sido posible de no ser por la aparición de un hombre iluminado, un hombre que tuvo que luchar contra viento y marea a finales del siglo XIX para lograr implantar el fútbol, "un estúpido pasatiempo inglés", en Alemania. Es por ello y con toda la razón que Konrad Koch es conocido en el país germano como 'el padre del fútbol alemán'.
Un problemático visionario
Wilhelm Carl Johann Konrad Koch nacía el 13 de febrero 1846 en Brunswick, al norte de lo que era entonces la Confederación Germánica, antecesora de la unificación alemana a partir de 1866.
Era, por tanto, una Alemania aún de marcado carácter prusiano. Esto es, tremendamente militarizada, estricta y fría. Pero con la ‘cuestión alemana’ ya presente.
En esa tesitura, Konrad Koch regresa a Alemania después de pasar un tiempo en Inglaterra para aprender inglés. Fue ahí donde descubrió el fútbol. Fue un flechazo; amor a primera vista.
Así que a su regreso en 1969, momento en que se incorpora al instituto Martino-Katharineum de Brunswick (donde permanecerá hasta su muerte en 1911) para ejercer como profesor de alemán y lenguas clásicas, decide usar el fútbol como una herramienta más para enseñar la materia a sus alumnos.
Conocedor de la importancia de las actividades deportivas al aire libre para los estudiantes, con la práctica de un deporte colectivo como aquel pretendía transmitir también valores como el trabajo en equipo por encima de la individualidad; o la igualdad ante las diferencias de origen, nombre o posición.
Estamos hablando de 1872, y por primera vez unos jóvenes alemanes toman contacto con ese nuevo deporte. Lo hacen de manera arcaica, simplemente haciéndose algunos pases y tiros, pero de inmediato quedan prendados. Encontraron en aquel juego una brillante fórmula para llevar a cabo la actividad física al aire libre.
El primer partido en Alemania
En otoño de 1874 Konrad Koch -junto a su compañero August Hermann- reunió a un número mayor de alumnos en la kleine Exerzierplatz (plaza de armas) de Brunswick. Los dividió en dos grupos, les entregó un balón que Hermann había conseguido en Inglaterra, y arrancó el considerado primer partido de fútbol en Alemania, como se apunta en 'Braunschweig 1874: la cuna del fútbol alemán'
El crecimiento a partir de ese momento es imparable. De cada vez son más los jóvenes de la zona que practican el ‘nuevo’ deporte, y se comienzan a fundar algunos clubs. Así que Koch, para tratar de controlar su desarrollo, creará las primeras reglas del fútbol en alemán. 'Fußball. Regeln des Fußball-Vereins der mittleren Klassen des Martino-Katharineums zu Braunschweig' ('Fútbol. Reglas del club de fútbol de las clases medias del Martino-Katharineum en Braunschweig').
Un compendio de reglas de salud y reglas del juego, basado claramente en la normativa inglesa, aunque con una terminología mucho más marcial, y con algún que otro matiz como la incorporación del fuera de juego, o la figura del ‘kaiser’, un capitán en cada equipo que debía velar por el cumplimiento de las reglas de juego.
Fuerte oposición
Un avance que, no obstante, encontraría gran oposición en un país que estaba inmerso en plena unificación, con un espíritu eminentemente patriótico, y que veía con recelo la implantación de un deporte extranjero. "Una tontería inglesa", como era considerado por aquel entonces, especialmente por la aristocracia prusiana.
Un juego que consideraban incluso perjudicial para la moral, y al que la Escuela de Gimnasia alemana también veía con recelo. Incluso llegarían a amenazar a Konrad Koch con su expulsión de la escuela si continuaba con aquella "enfermedad inglesa".
Pero lo cierto es que Koch y Hermann nunca quisieron sustituir la gimnasia por el fútbol. Más bien complementarlos. No en vano, Koch se siguió mostrando como un firme defensor de la Escuela Alemana, y en el libro de reglas creado en 1975 incluyó las 4 Fs -Fresco, Devoto, Alegre, Libre (Frish, Fromm, Fröhlich, Frei)-, el lema de la escuela de Jahn y Muths.
Un crecimiento imparable
En cualquier caso, una vez sembrada la semilla en los jóvenes alemanes, el crecimiento del fútbol fue imparable.
Ya en 1888 se organizaron los primeros enfrentamientos ante equipos de otras ciudades (especialmente de Hannover, Bremen, Hamburgo y Gotinga), y a principios de los 90 se celebraban los primeros partidos internacionales, ante equipos de Inglaterra y Holanda.
De ahí, una evolución con luces y sombras –el fútbol no sería del todo libre en Alemania hasta 1927-, hasta llegar al Milagro de Berna, en 1954. Una victoria que supuso la catapulta a la selección germana como gran potencia futbolística mundial; un triunfo que sirvió de para recuperar el alma de un país derrotado en la guerra.
Konrad Koch no pudo verlo, claro. Había fallecido el 13 de abril de 1911, con 65 años, ejerciendo aún de profesor. Sin saber que lo que había sembrado en las calles de Brunswick se convertiría en uno de los principales motivos de orgullo e identidad de Alemania; precisamente, aquello de lo que le habían acusado de ir en contra. Evidentemente, para convertirse en la gran potencia futbolística que es desde hace décadas Alemania han tenido que concatenarse varias y diferentes circunstancias; pero no hay duda de que Konrad Koch supuso el primer eslabón. Él fue el padre del fútbol alemán.