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Nicky Salapu, la redención del portero humillado

El 11 de abril de 2001 el guardameta de Samoa Americana encajaba 31 goles en un mismo partido. Se retiró del fútbol. Pero volvió... y se resarció.

Salapu, consolado tras uno de los 31 goles encajados ante Australia | Archivo

Han pasado ýa 20 años. Pero seguro que Nicky Salapu lo recuerda como si fuera ayer. Cómo olvidarlo. 31 goles en 90 minutos. Es probable que se acuerde incluso de cada uno de los tantos recibidos, en esa maquiavélica habilidad de los porteros de recordar con mayor nitidez los goles recibidos o los fallos cometidos, que las paradas realizadas o las acciones salvadoras.

El 11 de abril de 2001 se enfrentaban en partido correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón 2002 las selecciones de Samoa Americana y Australia en Nueva Gales del Sur. La diferencia entre ambos países era abismal. Todos lo sabían. Pero seguro que por la cabeza de Nicky Vitolio Salapu (13 de septiembre de 1980, Pago Pago, Samoa Americana) no se le pasó por la cabeza lo que sucedería aquella tarde.

Mucho menos cuando, a los 10 minutos, el marcador seguía reflejando el inicial 0 a 0. Entonces llegó el primer tanto, obra de Con Butsianis. Algo normal, pensarían todos. No tanto sería que en los siguientes 4 minutos Salapu encajaría cuatro goles más. Y a ese ritmo frenético seguiría el partido hasta el descanso, al que se llegó con el marcador a 0 a 19.

Estamos hablando de una media de un gol cada 111 segundos. Una auténtica tortura para el portero, como puede verse en el resumen del encuentro. La mayoría de ellos, en situaciones de 2 o 3 contra uno, para mayor desesperación de Salapu. Algunos, claro, en los que puedo hacer más; pero demasiado hacía con aguantar ahí en pie.

En la segunda parte el ritmo anotador bajó algo: 12 goles en 45 minutos. 31 en total. 13 goles sumó Archie Thompson; otros ocho David Zdrilic; tres más Con Boutsianis; dobletes de Vidmar, Popovic y Colosimo; y uno de De Amicis. Nunca un equipo ha encajado tantos goles en un partido oficial. Nunca un portero había sufrido –ni ha sufrido- tal humillación en un partido oficial.

La recuperación de Salapu

Tras alcanzar aquel encuentro, aquella goleada, un gran interés mediático en todo el mundo –lo que terminó a su vez con la reubicación de Australia en la Federación Asiática de fútbol para mejorar su competitividad-, la FIFA decidió actuar en favor de Samoa Americana. Invirtió en la mejora de las instalaciones deportivas del país, y sufragó el sueldo de un técnico europeo –el holandés Thomas Rongen- para que tomara las riendas de la selección.

Sin embargo, nadie reparó en Salapu quien, devastado por la goleada, decidió huir del país. Se marchó a Hawai, donde estuvo dos años tratando de olvidar el fútbol, según relata David Ruiz en su libro ‘Fútbol que estás en la tierra’.

Cuando por fin Rongen logró dar con él para que volviera a la portería de su selección, Salapu declinó la posibilidad.

Aun así, tras el segundo intento del seleccionador de convencerle, Salapu, en una capacidad que no es tan habitual en los porteros, tuvo el valor de resarcirse. De volver, y hacerlo a lo grande. Con la mayor victoria en la historia de su selección. Y erigiéndose él como el gran héroe de la gesta.

Sucedió el 22 de noviembre de 2011. Era el primer partido de la fase de clasificación para el Mundial de 2014, y Samoa Americana se enfrentaba a Tonga en casa, en el National Soccer Stadium. Antes del descanso Ramin Ott ponía a los locales por delante; y en el 74 Shalom Luani ampliaba distancias.

Los samoanos vislumbraban su histórica victoria, pero un gol de Moala en el tramo final hizo temblar a todos. A todos, excepto a Salapu. Que ya sabía de qué iba todo aquello. Que ya sabía que nada, nunca, podría igualar lo sucedido aquel 11 de abril de 2001. Dos intervenciones suyas ya con el tiempo cumplido impidieron el empate. Es decir, dos intervenciones suyas otorgaron la victoria a Samoa Americana. La primera victoria oficial en toda su historia.

"El 31-0 ante Australia forma parte de nuestra historia. Hoy, esta victoria, también formará parte de nuestra historia", declararía el entrenador Thomas Rongen tras el encuentro.

Una historia que tiene como protagonista en ambos casos a Nicky Salapu. Él sufrió la pesadilla de encajar 31 goles en 90 minutos hace hoy justo 20 años. Y él permitió el primer triunfo en la historia del fútbol de su país diez años después.

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