El jugador brasileño del Paris Saint-Germain, Neymar Junior, ha organizado una fiesta para despedir el año en Río de Janeiro con 500 asistentes, saltándose todas las normas impuestas por el Gobierno de su país para prevenir el contagio del coronavirus en plena pandemia con 191.000 fallecidos en el país.
La fiesta se celebró en Mangaratiba, una localidad del sur del Estado de Río, donde el exjugador del FC Barcelona mandó preparar un local subterráneo, insonorizado acústicamente, para evitar molestar a los vecinos, según informa el diario O'Globo en su edición digital.
El internacional de la 'verdeamarelha' impuso como condición para asistir a la fiesta no llevar el teléfono móvil para impedir la publicación de fotos o vídeos. Según varios rotativos brasileños, Neymar también contrató una banda de músicos para amenizar la velada.
Los medios de su país se han lanzado a la yugular del carioca que no es la primera vez que se ve envuelto en este tipo de situaciones. Además recalcan que ni siquiera se dieron mascarillas para los invitados a la fiesta.