El personal de producción de Mediapro en Francia anunció este miércoles una huelga a partir de mañana, lo que pone en riesgo la difusión de las próximas jornadas de la liga gala, después de que el grupo presidido por Jaume Roures anunciara la ruptura del contrato con la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
El comité de empresa del grupo, que engloba las actividades de producción, no las de periodismo, indicó que el llamamiento a la huelga se hizo efectivo ante la negativa de Roures a aclarar el futuro de la empresa.
En un comunicado, indicó que pidieron "que viniera Roures lo más pronto posible para explicar en persona sus proyectos para el futuro de la empresa y de los empleados". "Al no mostrar su voluntad de acudir, llamamos al personal a ponerse en huelga a partir de este jueves por la mañana", agregó.
Por ahora el llamamiento incluye solo a la filial de producción, que emplea a un centenar de personas, y no a la que reúne a los periodistas de la cadena Telefoot, creada por Mediapro para difundir el fútbol francés y cuyo cierre se espera en las próximas semanas.
Pero sin cámaras, realizadores y el resto de personal de producción, la difusión de la jornada del próximo fin de semana no sería posible.
Habrá que esperar a conocer el seguimiento que el llamamiento a la huelga reúne entre el personal de una empresa creada en Francia hace años y que ha prestado servicios de producción, entre otras cadenas, a BeIn Sports.
La convocatoria de huelga se produce un día antes de que el Tribunal de Nanterre, a las afueras de París, valide el acuerdo alcanzado entre Mediapro y la LFP para poner fin al contrato firmado en 2018 para la difusión del campeonato francés. Según los términos del acuerdo, Mediapro pagará 100 millones de euros en dos plazos, que se suman a los 153 millones del primer plazo ya pagados, y permitirá que la LFP busque otro difusor para los próximos años.
El grupo de Roures se había comprometido a pagar 780 millones anuales por el 80 % de los derechos televisivos durante cuatro temporadas, pero a principios de esta pidió renegociar el contrato ante las pérdidas que trajo consigo la crisis de la covid-19. Para presionar, dejó de pagar los plazos segundo y tercero, lo que colocó a algunos clubes al borde de la quiebra y obligó a la LFP a pedir un crédito para asegurar su viabilidad.
El fútbol francés espera ahora que se haga oficial la ruptura del contrato con Mediapro para negociar con otras cadenas.