Libertad Digital continúa con su serial de entrevistas a entrenadores tras las realizadas a Pacheta, Paco Jémez, Asier Garitano, Irene Ferreras, Míchel González, Julio Velázquez y José Luis Oltra. En esta ocasión LD ha charlado en exclusiva con el técnico uruguayo, Martín Lasarte.
Conocido por entrenar en España a la Real Sociedad, Lasarte tiene en su hoja de servicios a otros equipos como Rampla Juniors, Rentistas, Bella Vista, Al Wasl, River Plate (Uruguay), Nacional, Millonarios, Danubio, Universidad Católica, Universidad de Chile, Nacional y Al-Ahly.
Pregunta: Hablando de delanteros en Uruguay ustedes siempre han tenido a grandes referentes como Forlán, Cavani, Luis Suárez… Y ahora salen jugadores como Darwin Núñez y Maxi Gómez. ¿Cómo vive Uruguay esta nueva generación?
Respuesta: Yo pondría como punta de lanza a Diego Forlán, que fue Bota de Oro en Villarreal y Atlético de Madrid y referente en el Mundial de 2010. Él fue el que inicia esa etapa jugando como delantero referencia o incluso por detrás del punta. A nosotros nos congratula esta generación que hemos tenido, pero a la vez la miramos con temor porque tanto Cavani como Luis Suárez están llegando poco a poco al final de sus carreras. Seguramente el próximo Mundial sea el último. Por suerte están apareciendo jugadores como Maxi que lo hizo muy bien en el Celta y ahora en el Valencia y Darwin, que es mucho más explosivo. Es cierto que hubo dudas con él, porque no salió del todo hecho de aquí, pero es un delantero muy completo al que le vino muy bien jugar en el Almería en Segunda División. Este es su año de explosión y el otro día por ejemplo jugó muy bien contra Colombia y marcó un golazo. Ojalá que pase de ser un amanecer a una luz completa en los próximos años.
P: ¿Cómo prepara un partido? ¿Se centra más en el rival o en su equipo?
R: Con la cantidad de elementos que tenemos de análisis en la actualidad sería una tontería no utilizarlos. Todo está globalizado y puedes tener datos precisos de un rival tanto en salida de balón, táctica defensiva y ofensiva, jugadores parados o en movimiento, los lugares en los que tienen más o menos el balón, su presión… tienes de todo para estudiar al rival. Lógicamente luego tienes el día a día con tu equipo que te permite buscar la mejor manera de hacer daño al rival con lo que tú tienes y con lo que sabes de él.
P: El fútbol actual ha hecho evolucionar a todos los jugadores en todas las posiciones y un lateral ahora tiene funciones, por ejemplo, que antes no eran necesarias porque su función era más fija. Pasa mucho con los porteros. ¿Cómo ve esa evolución?
R: Te iba a comentar el tema de los porteros antes de que lo dijeses porque es un buen ejemplo. Todo ha evolucionado desde el punto de vista técnico, táctico y físico. Hoy los laterales ya casi nos preocupan más por las diagonales y asociaciones que puedan tener más que por defender bien. Todo ello viene también impuesto por la intensidad y por el ritmo al que se juega. Eso obliga al futbolista a tener mejor precisión y mejorar el aspecto técnico.
P: Aunque luego sean dinámicos durante el juego y no fijos, ¿qué sistema le gusta más o ha utilizado más siempre que ha podido?
R: Creo mucho en las cualidades de los futbolistas y no solamente para elegir el sistema con el que juegas sino también para ver lo que quieres hacer en función de esa táctica. Yo soy de los que vienen de una dilatada experiencia con equipos que formaban habitualmente con un 4-3-3. Eso ha ido mutando. En España con la Real Sociedad me adapté al 4-3-2-1 que usaban la mayoría de equipos, salvo el Barcelona y alguna que otra excepción, y es un sistema que me gusta muchísimo. Tienes muchas variantes dentro de ese dibujo.
P: Hablando de ese 4-3-2-1 estamos viendo a Ronald Koeman en el Barcelona recuperando ese sistema.
R: Es cierto. En el fútbol, si lo recorres a lo largo de la historia, puedes encontrar ese sistema en el pasado yéndote a algún equipo suizo en los años 40 que jugaba muy defensivo. El fútbol es como la ropa, todo vuelve con alguna variante o con alguna influencia. Los equipos que ganan una Champions o un Mundial suelen dejar esa influencia dentro de ese contexto. Es una forma de dejar una escuela. Para mí no hay sistemas antiguos, porque pueden volver a utilizarse en cualquier momento. Otro aspecto son los clichés. Este equipo es así y tiene que jugar así. No. Lo más importantes es tener un plan B o incluso un plan C porque rápidamente tienes que improvisar o cambiar tu idea.
P: ¿Cómo es en la derrota Martín Lasarte?
R: Jodido era como jugador (risas). Mis hijos no tienen un buen recuerdo de eso. "Papá perdió" decían si me veían encerrado y "papá ganó" si salíamos a dar un paseo o a divertirnos. Ya como entrenador aprendí que no debía tener esa forma de ver las cosas. Luego ya sea en frío o en caliente hay que analizar las cosas. Uno puede ir apuntando cosas que se le vengan a la cabeza, por ejemplo, y luego desarrollarlas. Es cierto que en la derrota se aprende más, pero si tienes demasiadas enseñanzas de estas seguidas la cosa no va bien (risas). Se aprende mucho de todo y es muy importante hablar las cosas, apuntarlas, charlar con alguien o incluso grabarlas para después analizarlas ya en frío.
P: ¿Cómo es esa sensación de adrenalina que recorre el cuerpo de un entrenador cuando en pleno partido debe cambiar o improvisar dentro de su idea inicial?
R: Usaste una palabra de la que entiendo el enfoque, como es improvisación, pero en realidad no sería improvisar ya que si tú tienes todo bien trabajado tienes varios planes de cara al mismo partido. Ahí entra lo que hablábamos antes, si darle más valor a lo tuyo o a lo del rival. En cuanto a sensaciones parto de la base de que no hay nada más bonito que ser jugador, pero como entrenador tienes esa parte estratégica que es fascinante. Un cambio, una decisión arbitral, un gol… todo puede cambiar un encuentro y reaccionar a eso es muy bonito.