El 6 de junio de 1982 será un día inolvidable para el municipio alicantino de Villajoyosa. Esa calurosa tarde, una semana antes de la inauguración del Mundial de fútbol, la selección argentina jugaba en el coqueto estadio de El Pla un partido preparatorio. El asunto importante no era el partido en sí. Era la llegada de Maradona al pueblo, engalanado para la ocasión y alborotado para tan magno acontecimiento. Con 22 años, el Pelusa ya era alguien en el fútbol, ídolo en Boca, ídolo en Argentina y fichado ya unos días antes por el Barcelona.
Y el municipio respondió para la ocasión. Un estadio lleno, una congregación de estrellas, un combinado de ensueño con Kempes, Bertoni, Ardiles, Fillol, Ramón Díaz y el propio Diego. El encuentro ante los locales no tuvo historia porque Argentina ganó por 15-0. Pero no pretendía tenerla, la Albiceleste era muy superior y el Villajoyosa CF era un equipo casi aficionado, sin poder competir ante tal constelación. Kempes y Hernández marcaron 3 goles, Barbas, Díaz y Ardiles hicieron dos; y Valdano, Pasarella y Bertoni, uno cada uno.
Ficha del partido entre el Villajoyosa y la selección argentina disputado en junio de 1982.
Pero esa tarde brilló él, como era habitual. Ya era Maradona alguien a quien seguir, un icono que empezaba a ser un hombre y un nombre en el fútbol. Los que vivieron aquello siempre lo han contado como algo histórico. No hubo nada igual en cuanto a revolución en el pueblo. No en vano quedaba una semana para el Mundial y una de las favoritas pisaba esta preciosa localidad del litoral mediterráneo.
Argentina se hospedó en el lujoso hotel Montiboli durante un mes antes de la cita mundialista y volvió allí en la primera fase cuando jugó dos partidos en el Rico Pérez de Alicante (4-1 ante Hungría) y uno en el Martínez Valero de Elche, entonces Altavix (2-0 ante El Salvador). Cuentan en el pueblo que Maradona se dejaba ver por la recepción del hotel, como si de una estrella de rock se tratara. Que fue agasajado con algunas fiestas en compañía de varios compañeros. Era la primera vez que se dejaba ver por España jugando al futbol y era una ocasión única para disfrutarlo.
Paradójicamente, una semana después de aquella tarde, Argentina debutó en el Mundial, en el Camp Nou, con una derrota ante Bélgica y todo se torció para el combinado de Menotti. Ese traspié trastocó los planes de la selección hasta tal punto que, aunque ganó los dos partidos siguientes, fue a parar a un grupo terrible para seguir adelante en el Mundial. Se encontró en el estadio de Sarriá, en Barcelona, con Brasil y con Italia de camino a semifinales. Argentina perdió los dos partidos y se fue a casa antes de tiempo.
Queda en el pueblo de Villajoyosa la sensación única de haber visto en su tierra a uno de los elegidos. Lo que supuso esa visita de Maradona sólo lo saben los que cubrieron aquel mes en el Montiboli, aquellos 30 días de entrenamientos diarios en el Pla, acondicionado para la ocasión y escenario de visitas de curiosos todas las jornadas. Cuando Maradona se presentó en sociedad en España fue en Villajoyosa y la localidad alicantina tendrá ese honor eterno. 38 años después casi nadie olvida allí que vieron al mejor.