Míchel González, leyenda del Real Madrid y de la selección española como jugador, pero también uno de los entrenadores nacionales con mayor recorrido en los banquillos internacionales. España, México, Grecia, Francia... Míchel conoce de primera mano a muchas de las aficiones más pasionales del mundo como son las de Sevilla, Pumas, Olympiacos y Olympique de Marsella. Por esa razón charlar con él es hablar con una persona enriquecida por todo lo que estas culturas y equipos le han aportado como técnico.
Libertad Digital, dentro de su serial de entrevistas a entrenadores, ha charlado con el también exentrenador de Málaga, Getafe, Rayo o Real Madrid Castilla para hablar de fútbol y de banquillos en toda su esencia y alejados siempre del ruido de elementos que no tengan que ver con su profesión. Míchel nos habla de metodología y estrategia, de táctica y preparación de partidos. Todo ello siempre desde el punto de vista del entrenador de élite.
Pregunta: ¿Qué hace Míchel cuando no está entrenando a un equipo?
Respuesta: No cambia mucho porque incluso cuando estoy entrenando guardo tiempo de mi día para ver fútbol y conocer las tendencias que se están moviendo dentro de este mundo. Me gusta ver otras ligas y, por supuesto, a otros equipos de esos campeonatos que me pueden dar una visión más amplia.
P: ¿Cómo sería una semana de entrenamiento para un equipo de Míchel?
R: La semana normalmente la preparamos con antelación. No suelo esperar a que empiece la semana para prepararla y menos ahora que ya conocemos el calendario con mucho margen de tiempo. Eso nos permite planificar la semana con antelación y ver lo que necesitamos de cara a enfrentar al siguiente rival. Más o menos, cada día del entrenamiento metemos siempre trabajo físico con balón para combinar aspectos tácticos y técnicos. Todos los días también metemos algo de trabajo ofensivo, para superar al rival, y defensivo. Así sabemos lo que quiere hacer el rival y lo que queremos hacer nosotros. Por otro lado en cada sesión les mostramos un vídeo de minuto y medio, dos minutos en los que les mostramos qué vamos a hacer hoy, el diseño del ejercicio y por qué lo hacemos. Es un trabajo apasionante, pero cada maestrillo tiene su librillo. Nosotros usamos mucho la imagen para que el jugador sepa qué vamos a hacer y por qué.
P: El sistema o estilo depende mucho de la plantilla, pero si tuviese que elegir un sistema con un folio en blanco, ¿qué sistema elegiría?
R: Hay que partir de la base de que los jugadores son lo más importante. De poder elegir me gusta jugar alrededor del balón porque alrededor de él también se puede defender, ya sea más arriba o con otro tipo de insistencia, recuperación, presión tras pérdida... son muchas cosas. Cuando se habla de tener el balón parece que todos tengan que ser unos genios con él y yo no estoy de acuerdo con eso. Hay que intentar darle al jugador situaciones y ejercicios en los que ellos vean que pueden alcanzar el objetivo sin estar incómodos. El jugador que no sabe dar un pase a 40 metros, no se trata de que sepa darlo sino de que siga unos procesos para acabar llegando a eso. Lo más importante es que el equipo se implique en todas las tareas. Quiero que los defensas ataquen y que los atacantes defiendan y en esa base el sistema que más me gusta es el 4-3-3. Pero no creo que el sistema lo sea todo sino que los futbolistas puedan y sepan desarrollar durante el partido lo que hemos trabajado durante la semana.
P: ¿Cómo compone y cómo trabaja con su cuerpo técnico y qué le pide a su segundo entrenador?
R: En mi caso siempre llevo un preparador físico y un auxiliar técnico conmigo, eso como parte fija, y me interesa mucho también la gente que trabaja en los clubes. Hay gente muy preparada dentro de cada club y me gusta que ellos hagan una labor parecida a la que harían si viniesen conmigo a cada equipo que voy. Lo primero que hago es preguntar qué personas están en el club, ya sean preparadores, analistas o cualquier otro elemento que pueda componer el cuerpo técnico. Todos me valen porque hasta que no se demuestre lo contrario son gente válida. Así me encuentro gente a la que haces participar y dan su verdadera medida. Además, todos entran dentro del trabajo de preparación. Por ejemplo, no creo que los preparadores físicos deban centrarse solo en la parte física. Nuestra idea es que sean capaces de diseñar ejercicios en los que no solo se trabaje la parte física sino también que le podamos ganar tiempo a la semana generando situaciones a nivel táctico. Por eso necesito colaboración. A mí me vale más el que habla y se equivoca que el que está callado.
P: Luis Aragonés decía que su sistema era innegociable. Míchel como entrenador, ¿cómo es? ¿Se centra más en su equipo o mira mucho al rival de cara a preparar la estrategia?
R: Ver al rival es siempre interesante. Así puedes sacar partido al juego mostrando tus virtudes y buscando los defectos del oponente. Buscarle las cosquillas como se suele decir. Eso no te resta iniciativa. Antes os comentaba que me gusta jugar alrededor del balón, pero yo cuando miro lo que quiero hacer busco, por ejemplo, que mi portero tenga personalidad y que mis centrales sean rápidos, fuertes, intuitivos y si puede ser que sean feos (risas). Entonces me puedes decir "pero si te gusta jugar alrededor del balón, ¿por qué quieres que tus centrales sean rápidos y no me hablas de sus características técnicas con la pelota?". Pues la razón es que hay que adaptarse a lo que tengamos delante. Nosotros tenemos una idea, pero luego puede pasar algo dentro del partido, como una expulsión, que me obliga a improvisar. Puede que el once que hemos intuido lo cambie el técnico rival o jueguen diferente y por eso entrenamos para tener nuestro estilo, pero también para tener la capacidad de cambiar durante la marcha.
P: Camacho comentaba que, cuando vio el primer entrenamiento de Guardiola, ya sabía que Pep iba a ser entrenador. ¿Cuándo era jugador ya sabía que iba a ser entrenador?
R: Eso que dice Camacho en el caso de Guardiola y en el de otros futbolistas es verdad. Cuando eres jugador se nota si tienes este tercer tiempo que es analizar el juego. Los hay muy buenos que no les interesa. A día de hoy, que yo pienso que los futbolistas están mejor preparados que nosotros en todos los sentidos, noto que falta ese conocimiento del juego. Hay muchas veces en las que el entrenador tiene que asumir todo el trabajo, mecanizar con ellos los movimientos y el jugador tiene muestra menos iniciativa en ese sentido. Cuando te encuentras jugadores con iniciativa y además los juntas te sale una España campeona del mundo. Ellos tenían mucha calidad, conocimiento del juego y por supuesto iniciativa.
P: La tendencia ahora parece marcada por el físico, como pasa con el Bayern de Múnich. En toda evolución se ganan y se pierden cosas. ¿Qué se está perdiendo y qué tipo de jugador está en peligro de extinción?
R: Estoy de acuerdo en que los extremos están en franco declive. Por eso te digo que los sistemas son relativos. Si yo te juego con un 4-4-2, me vas a decir que soy ofensivo, pero si te juego con un 4-4-2 juntando a cuatro medios puede parecer defensivo. Y a lo mejor de la segunda forma tengo más llegada, más profundidad y marco más goles. Por eso decía lo de los sistemas. Si es cierto que el regateador o el extremo se están perdiendo. También porque los únicos puestos específicos ahora mismo son el goleador y el portero. Los demás ya tienen que hacer de todo, porque si no haces de todo dejas una ventana abierta al rival. Nosotros analizamos mucho el defender para atacar y el atacar para defender. ¿Cómo? Con balón. Pero nuestros delanteros tienen que trabajar para ser el primer obstáculo que se encuentren los rivales. Te hablaba de los porteros como jugadores con puestos específicos, pero si os dais cuenta el reglamento en los últimos años siempre ha cambiado en contra de ellos y se tienen que ir adaptando. Todo cambia y todo tiene que evolucionar y adaptarse.
P: Ha estado en equipos con aficiones muy pasionales. ¿Cómo se prepara para llegar a esos clubes a nivel de conocimiento de la hinchada, su historia o su ADN?
R: Sí, he estado en Sevilla, Marsella, Olympiacos, Pumas... En ese sentido causo impresión cuando llego a los sitios porque en México por ejemplo les sorprendió que siguiese la liga mexicana, pero es que no me cuesta ningún trabajo. Me gusta. Cuando llego a algún sitio digo algunas cosas que podría aprender de memoria sin conocerlas, pero les demuestro que las digo porque las pienso y porque las conozco. Siempre voy a clubes donde se pueda construir algo, no a pasar el rato. Generalmente en los sitios en los que he estado ha sido así y me lo he pasado bien.
P: Esta pregunta es fija en nuestro serial de entrenadores. ¿Cómo es en la derrota? ¿Desconecta?
R: No desconecto ni en la victoria ni en la derrota. Tengo una frase relacionada con este tema que espero que se entienda bien: convivo con la victoria y con la derrota, pero no me paro a vivir en ellas. Intento no pararme en ellas porque el mundo esta lleno de una victoria y luego de 16 derrotas. Más allá de ganar o perder, me gusta competir y si te paras ganando o perdiendo y tu rival se mueve, te gana. Elegir que el final del cuento sea siempre una victoria es demasiado bonito y ventajista. Hay que saber aceptar no ganar para crecer.