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Asier Garitano: "Un entrenador tiene que saber sacrificar a un jugador importante"

El exentrenador de Leganés, Real Sociedad y Alavés ha charlado en exclusiva con Libertad Digital.

El exentrenador de Leganés, Real Sociedad y Alavés ha charlado en exclusiva con Libertad Digital.
Asier Garitano en pleno partido. | EFE

Tras las entrevistas a Pacheta y Paco Jémez en los dos primeros episodios de este serial dedicado a los entrenadores que está realizando Libertad Digital, Asier Garitano se convierte esta semana en el tercer protagonista del mismo. El técnico vasco, actualmente sin equipo, conoce a la perfección las idas y venidas que da el mundo del fútbol. En sus dos últimos años no pudo finalizar la temporada con Real Sociedad y Alavés, pero anteriormente en Leganés logró un hito histórico llevando al equipo madrileño de Segunda B a Primera División, categoría que aún no había visto el césped del estadio de Butarque.

Además de su paso por Primera División, Garitano también dejó huella en equipos como Alicante, Castellón, Orihuela, Alcoyano e incluso en el equipo AFE de jugadores en paro. LD ha charlado con él para conocer su metodología y sus impresiones sobre varias cuestiones que rodean al mundo de los banquillos.

Pregunta: ¿Ve mucho fútbol ahora que no está entrenando?

Respuesta: Sí, la verdad es que hacía mucho tiempo que no estaba sin entrenar, sin tener el día a día del fútbol y te tienes que ir acostumbrando. Tengo aquí a la familia en Vitoria, utilizo las mañanas para hacer ejercicio y deporte y ya por las tardes para hacer un poquito de todo. Me gusta leer o ahora que no tenemos posibilidades de ir en directo a ver partidos o entrenamientos veo fútbol por televisión. El fin de semana aprovecho y veo partidos de Primera y Segunda División y los que no he podido ver los veo luego entre semana. Aunque este semana por ejemplo tuvimos jornada también de Segunda entre semana. También veo la Champions. Tengo alguno atrasado, pero con eso vamos ocupando el tiempo.

P: Con la evolución del fútbol y la tecnología ahora sí tienen más acceso a más información y a más partidos. Esto ya no es como antes, ¿verdad?

R: Así es. Ahora podemos ver de cada equipo el nivel de intensidad, cualquier detalle que puede no parecer importante, pero lo es, y estas nuevas herramientas nos permiten hacer todo eso. Lo que pasa es que yo soy un poquito más de campo, de verlo in situ y ahora que tenía tiempo para poder ir a ver encuentros o entrenamientos con otros técnicos ha pasado todo lo que ha pasado.

P: Le escuchaba en una entrevista que a usted le gusta el fútbol de diferentes equipos, no solo un estilo en concreto. ¿Se está siendo muy extremista en ese sentido? ¿Se debe elegir entre un tipo de fútbol u otro?

R: Tú lo has dicho. Yo siempre he comentado que me gusta ver diferentes equipos y dentro de cada estilo quedarme con lo mejor. De cada equipo escojo lo que más me gusta. Luego también entiendo la profesión de entrenador como la responsabilidad de sacar el mejor rendimiento de lo que tienes. No es lo mismo entrenar a un equipo que a otro. Lo que creo que no se debe hacer es tener siempre la misma idea de fútbol. No es lo mismo un equipo que otro. No es lo mismo una ciudad que otra. No es lo mismo un clima que otro. Y así muchas más cosas. Creo que cada entrenador tiene que tener la capacidad de sacar lo mejor de su plantilla y más ahora que es un fútbol de objetivos y hay poco margen si no los consigues.

P: Si no ha conseguido la victoria y tiene en el horizonte un viaje de vuelta, ya sea en autobús, coche o avión, ¿desconecta un poco del partido o rápidamente coge el encuentro grabado y analiza los errores?

R: Analizo mucho lo que hemos hecho, porque venimos de una semana de trabajo importante y el partido no se ha dado como queríamos que se diese. Hay entrenadores que ganan mucho, pero la mayoría de nosotros siempre perdemos más que ganamos y por eso hay que analizar lo que ha pasado. También hay diferentes derrotas. En algunas el equipo ha jugado como tú querías y luego no se ha ganado porque el fútbol es como es y en otras te das cuenta de que no se han hecho las cosas bien, el trabajo por lo que sea no fue el adecuado y tenemos que trabajar para poder cambiar eso antes o durante los partidos. Todo eso lo analizo para ser mejor. De todas formas lo analizo igual tanto en la victoria como en la derrota aunque lógicamente la derrota te exige más.

P: ¿Cómo es una semana de trabajo para Asier Garitano?

R: Depende de si tenemos el siguiente partido en una semana, tres días o incluso nueve si se da el caso. Pero si cogemos una semana tipo de siete días, más o menos lo estructuro de la siguiente forma. Normalmente, si hemos jugado un domingo, para mí la semana acaba después del entrenamiento del lunes. A partir de ahí descansamos y luego a las 48 horas ya empezamos a trabajar de cara al siguiente choque. Los miércoles habitualmente vemos los periodos de trabajo de fuerza y lo utilizamos con posesiones y fútbol reducido. Acabamos las sesiones con trabajo individual, algo que ahora se lleva menos, pero que a mucha gente le gusta porque quieren mejorar diferentes situaciones con los jugadores que tienen. Ya el jueves, con el campo adaptado al contexto que queremos, vemos cómo vamos a defender, a qué altura y en qué espacios. El viernes sí bajamos un poco el nivel de esfuerzo para hacer situaciones de estrategia ofensivas y defensivas. Y acabamos el sábado con pruebas de velocidad, salida de balón y sobre todo perfilarlo todo por si se nos ha pasado algo durante la semana. Eso en semanas en las que no hay dos partidos. Si nos toca doblar partidos hay que ir bajando las cargas de trabajo. En mi último periodo en Vitoria, que jugamos 11 partidos en muy poco tiempo, no hubo demasiado espacio para preparar los mismos.

P: En el fútbol de otras épocas, como la de los 80 o 90, los entrenadores miraban más a su equipo que a su rival. ¿Cree que se mira ahora mucho más al rival al detalle de lo que se hacía antes?

R: Seguro, pero sobre todo porque hay más medios. Cuando yo jugaba en los años 80 o ibas a ver algún partido al pueblo de al lado o había muy poco margen. Ahora con la televisión podemos ver todos los partidos que quieras del rival al que te toca enfrentar. Cualquier detalle es importante. Cuanto mejor vayas preparado a la guerra más opciones tendrás. Aún así seguro que se escapan cosas, porque esto es un juego, y hay un componente de suerte o de otras situaciones que se te pueden escapar. A los que nos gusta el fútbol analizar a tu equipo y al rival te da un gran riqueza. A los entrenadores de entonces les hubiese gustado tener algo así, pero no lo tenían. Sí es cierto que luego el entrenador tiene que ver las cosas en directo, intuir y no esperar a ver luego los errores. Hay que ver las cosas en el estadio, con presión y con la afición ahí. La diferencia muchas veces entre periodistas y entrenadores está ahí.

P: ¿Qué le pide Asier Garitano a su capitán?

R: Normalmente y por la experiencia que tengo yo, que va desde Segunda B hasta a Primera, suele ser gente que lleva tiempo en el club y conoce la entidad y el vestuario. Luego hay capitanes sin brazalete y que son líderes por la forma de ser que tienen ya sea hablando, mirando o por el simple día a día. Ese tipo de jugador acabará siendo capitán o estará siempre entre los líderes del vestuario. En principio suele haber dos o tres capitanes y el entrenador puede elegir a veces. En cada equipo, sobre todo por la forma de ser del club, cada capitán es diferente.

P: ¿Cómo maneja a un jugador anárquico o complicado dentro de un vestuario?

R: Bueno, habitualmente los más rebeldes o raros se suele decir que son los que más talento tienen o los mejores del equipo (risas). Al final un entrenador tiene que convencer. El mejor suele pedir derechos especiales o él cree que los merece por ser el mejor y al final le tienes que hacer entender que es parte del todo. Es una parte fundamental, pero es parte del todo. Por otro lado el entrenador tiene que ser capaz de sacrificar a un jugador importante y tiene que saber y notar cuándo debe hacerlo. Yo he tenido jugadores que han sido muy buenos y tienen la capacidad de hacer mejor al que está a su lado. Eso es lo que hay hacerles ver, que sus goles, pases o estadísticas deben hacer mejor al grupo y no deben conformarse con tener buenos resultados individuales. Tienes que intentar convencerles y si no eres capaz, porque hay veces que no se puede, intentar que cuando compita parezca que sí lo has conseguido. El diálogo es la mejor opción en mi opinión.

P: ¿Tenía la intuición cuando era jugador de que podría ganarse la vida siendo entrenador?

R: Ganarte la vida en esto es difícil, porque los entrenadores damos muchas vueltas, pero ser técnico sí que lo tenía claro y además lo tuve claro cuando era bastante joven. De hecho cuando quedaba con mi cuadrilla yo era el que hacía los equipos (risas). Ahí ya se veía. Los hacía igualados para que se pudiese jugar. Y ya en el Athletic me daba cuenta de que quería ser entrenador. Desde juveniles me fijaba en todo lo que podía aprender de mis entrenadores, que además tuve la suerte de que fueron bastante buenos. Yo iba con mi padre en coche y de vuelta a casa muchas veces aprovechaba para copiar los entrenamientos que había tenido y si tenía alguna duda se la preguntaba a mi entrenador al día siguiente. Mis compañeros no lo hacían, por ejemplo. A mí sí me interesaba todo el tema táctico. También es cierto que las circunstancias me llevaron a eso. Dejé el fútbol y al día siguiente ya tenía el puesto de segundo entrenador en Alicante. Una cosa te lleva a la otra y eso me ha llevado a poder ganarme la vida con esto.

P: El fútbol es tan raro que ha tenido cuatro años geniales en el Leganés y luego dos seguidos en los que no ha podido terminar la temporada. Eso no quiere decir que ahora sea peor entrenador Asier Garitano, pero ¿a qué achaca este cambio?

R: Todo se lleva siempre al resultado. Yo estoy muy contento con los 4 años que estuve en Leganés y también lo estoy del año que estuve en el Alavés, en Orihuela, en el Alcoyano… porque al final el resultado no es lo único que miro sino también el trabajo realizado. No he trabajado de una manera diferente estando en un sitio o en otro y como he dicho antes lo más normal es que la mayoría de entrenadores perdamos más que ganemos. En un fútbol tan resultadista te encuentras incluso destituciones aunque los objetivos se estén cumpliendo. En el Alavés se estaban cumpliendo. En la Real estábamos en el puesto 17 y era diferente. Y en el Leganés las cosas se dieron muy bien. Es parte del fútbol. Hay que asimilarlo y aprender de todo para ir mejorando.

P: A nivel táctico y para que nos analicen los técnicos que vayan pasando por aquí diferentes sistemas, ¿cómo ha visto la evolución del 4-4-2?

R: Al final es una foto. Por cierto, siempre que hablamos de táctica nos olvidamos del portero, que sería un 1-4-4-2. Eso es pregunta de examen en el curso de entrenador (risas). Entiendo por cómo veo yo el fútbol que más que el 4-4-2 o el 5-3-2 o cualquier otro sistema, el fútbol es ocupación de espacios y ver qué haces en esos espacios. Luego en un 4-4-2 subes un poco al lateral derecho o al extremo izquierdo a la vez y puede ser un 5-2-3 u otro sistema, por poner un ejemplo. Este mundo es ocupación de espacios viendo los jugadores que tienes y también estudiando cómo estás atacando o defendiendo en un momento dado para poder variarlo sobre la marcha. Hablando del 4-4-2 estuve viendo al Barcelona ante la Juventus y utilizaron a Sergi Roberto como lateral y central diestro, porque defendían con tres, y ponían a Dembélé de extremo izquierdo. Si en ese momento hacemos una foto lo mismo te salen cinco defensas en algún momento o tres, depende del instante del partido. Por eso digo que son dibujos iniciales y luego cada entrenador debe elegir cómo y dónde ocupar espacios para que no le hagan daño y para hacérselo al rival.

P: Desde su experiencia tanto en la élite como en otras categorías, ¿cuánto puede influir el mundo de los agentes en la planificación deportiva de un equipo?

R: Es parte de este mundo. Donde quizá tuve más problemas yo fue en Segunda B con el Leganés. Luego ya en Segunda y en Primera tuve menos trato con los agentes. Hay mucho negocio y muchos años de trabajo que incluyen favores que pueden influir en los directores deportivos. Un entrenador me dijo hace años que el fútbol se había acabado en los años 80. Ahora es un espectáculo y hay que adaptarse a cómo es ahora.

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