Martin Odegaard y la vuelta de Lunin y Odriozola, cedidos el último curso, son los únicos refuerzos del Real Madrid de cara a la nueva temporada. El club cerró un mercado de fichajes inusual: 16 salidas entre traspasos y cesiones, recaudando 200 millones, y aún así y por primera vez en cuatro décadas, el Real Madrid no invirtió absolutamente nada en fichajes. Pese a que pueda resultar extraño, esta decisión tomada por Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, ha sido respaldada por el vestuario. No tanto por Zidane, que sí llegó a reclamar fichajes.
Una vez terminada la pasada Liga, y antes de que los futbolistas se fueran de vacaciones, José Ángel Sánchez habló con el vestuario y les comunicó que no habría fichajes y así ha sido. La situación económica, golpeados por la covid-19, ha provocado que los futbolistas tuvieran que aceptar una rebaja salarial y renunciar a las primas económicas por ganar Liga y Supercopa de España. Por eso, tanto en la planta noble como en el vestuario, entendían que no era el momento de hacer fichajes y sí de ahorrar.
Pese a ello, los futbolistas están algo preocupados porque consideran que, aun dando el 100%, va a ser complicado conquistar de nuevo LaLiga, que van a sufrir en muchos partidos y que quizá no les dé ni para pelear la Champions League. La plantilla considera que el refuerzo de Odegaard es muy positivo pero que son, más o menos, los mismos que la pasada temporada.
La esperanza del vestuario pasa por Eden Hazard y su recuperación. Consideran que es clave que el belga coja su mejor nivel porque les puede dar un salto de calidad y de resultados. En el vestuario del Real Madrid también se tiene en cuenta que Bayern de Múnich, Manchester City, PSG, Juventus, Liverpool... todos los principales rivales por disputar la Champions League se han reforzado. La plantilla está contenta con el inicio de la temporada al irse con 10 puntos de 12 posibles antes del parón de selecciones, creen que irán mejorando pero que va a ser una temporada muy complicada.