Sencillamente surrealista lo que está ocurriendo en el FC Barcelona. El club azulgrana se quedó este lunes por la noche, en el cierre del mercado de fichajes, sin poder lograr los refuerzos de Memphis Depay y Eric García, y, por si fuera poco, Rafinha Alcántara fue traspasado al París Saint-Germain a precio de risa: gratis más 3 millones de euros en variables.
Pero aún hay más consecuencias. Y es que Matheus Fernandes, centrocampista brasileño de 22 años, fichado el pasado mes de enero procedente del Palmeiras, pasa a tener ficha del primer equipo azulgrana, donde lucirá el dorsal 19 en una plantilla compuesta por 24 jugadores.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) October 6, 2020
Matheus llegó a la ciudad condal a cambio de 7 millones de euros, más 3 millones en variables, tras haber disputado 11 partidos en el club de Sao Paulo. El centrocampista firmó con el Barça un contrato por cinco temporadas y media, hasta el 30 de junio de 2025, con una cláusula de rescisión de 300 millones de euros.
Sin embargo, enseguida se marchó cedido al Real Valladolid para rodarse en LaLiga Santander, donde apareció en tres partidos (dos de ellos correspondientes a las dos últimas jornadas del campeonato, con el equipo de Sergio González ya salvado) y sumando un total de 166 minutos.
El nuevo técnico culé, Ronald Koeman, no contaba con él para el primer equipo y en principio debía permanecer en el Barça B en el Grupo A de Segunda B. Pero a Matheus se le ha abierto una puerta: la marcha de Rafinha le ha permitido hacerse con un puesto en el primer equipo. Curioso para un jugador que ni fue presentado con el Barça ni tampoco ha jugado amistoso alguno, ni a las órdenes del anterior técnico, Quique Setién, ni a las de Koeman.