El Barcelona vive una crisis deportiva y financiera sin precedentes recientes que solo la permanencia de Messi en el equipo un año más ha podido sostener con alfileres. Messi está garantizado, pero solo para el curso 2020/2021 ya que el año que viene podría irse gratis y sin ningún tipo de cláusula que evite su marcha.
El pasado viernes Messi anunció que se quedaba en el Barcelona porque no le dejaban marcharse y solo dos días después, el domingo, España ganaba 4-0 a Ucrania con una actuación estelar de la nueva perla azulgrana, el atacante Ansu Fati. El jugador blaugrana provocó un penalti en el minuto 2 y marcó el 3-0 con un golazo de disparo seco y cruzado.
Tras su exhibición con España, la afición del Barcelona se frota las manos con la posibilidad de tener un sucesor para Messi, pero la directiva del cuadro catalán tiene miedo a lo que pueda ocurrir con Fati en los próximos meses. ¿Por qué? Pues porque hay otra persona que se frota las manos con la exhibición de Ansu y ese no es otro que el superagente Jorge Mendes. El luso es el nuevo agente de Fati tras romper con su exrepresentante hace unos meses.
Conociendo a Jorge Mendes solo pueden ocurrir dos cosas con Fati. La primera es una importante renovación con el Barcelona y la segunda que Mendes se mueva en búsqueda de un equipo que le ofrezca a su representado un contrato mucho mejor y mejor pagado. Eso provoca el pánico en la directiva del Barça que cambió el contrato de Fati en diciembre.
Actualmente su contrato acaba en 2022 con la posibilidad de ampliarlo dos años más. Su cláusula es de 170, pero la idea del club es renovarle de nuevo para ponerle una de 400.