El fiscal general suizo, Michael Lauber, protagonista por sacar a la luz los casos de corrupción del llamado FIFAgate, ha dimitido. Todo a consecuencia de ser investigado por diversas reuniones con el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en las que éste intentaba salir limpio de los casos de corrupción que salpicaban al organismo del fútbol mundial.
Unos contactos no declarados pero sí revelados por diversos medios y que le ha llevado a dimitir. Dimisión que llega poco después de la decisión del Tribunal Federal Adminitrativo (TAF) al que acudió para denunciar unas sanciones, entre ellas económicas, de la Autoridad de Vigilancia de la Fiscalía Suiza (AS-MPC).
El TAF cataloga de "violación grave de deberes del cargo" en lo que respecta "a la tercera reunión con el presidente de la FIFA". Unido a que el fiscal general "atentó contra la reputación" de la fiscalía general.
Lauber confirmó su dimisión a través de un comunicado en la que dice respetar la decisión del TAF, pero rechaza firmemente la "acusación de haber mentido".