Curioso fue el momento en el que se conocía el Leizpig-Atlético de Madrid de cuartos de final de la Champions. Justo al salir la bola definitiva, la realización de la UEFA enfocó a Koke, Cerezo y Simeone que estaban en la Ciudad Deportiva del Atlético en Majadahonda siguiendo el sorteo. El cruce quedó definido y solo a Enrique Cerezo se le escapó una media sonrisa. Las caras de Simeone y de Koke fueron de "aquí no sonríe nadie" y ese es el mensaje del cuadro rojiblanco desde hoy hasta el día que tengan que medirse al Leizpig.
Según ha podido saber Libertad Digital, el club y el cuerpo técnico no quieren saber nada de la Champions hasta que termine la Liga y solo los analistas del club iniciarán en las próximas horas un análisis profundo tanto del Leizpig como del PSG y del Atalanta, posible rivales en semis. Lógicamente ahora no se puede realizar el trabajo habitual de seguir a los equipos en partidos de sus respectivas ligas, pero los analistas colchoneros tienen suficiente material para poder desgranar la estrategia de alemanes, franceses e italianos.
Simeone, una vez acabada la Liga, trabajará con dichos informes para diseñar el mejor plan posible para los cuartos de final y para unas hipotéticas semifinales. También habrá informes del resto de equipos clasificados ya que la Champions se definirá en apenas dos semanas.
El Leizpig tiene la misma etiqueta que el Atlético en diciembre
Sin Timo Werner (traspasado al Chelsea), con más semanas sin fútbol que el Atlético y sobre todo con mucho menos nombre y experiencia europea que el equipo de Simeone. Así llegará el Leizpig a los cuartos de final de la Champions. Es un equipo que ya desde el principio ha tenido la etiqueta de "perita en dulce" del sorteo y una vez conocido que será el rival del Atlético la mayor parte del planeta fútbol les da como eliminados. Una sensación que casualmente ya conoce el propio equipo madrileño y además en esta misma temporada.
El vestuario del Atlético se sintió enormemente infravalorado cuando allá por diciembre fueron emparejados con el Liverpool en octavos de la Liga de Campeones y casi todo el mundo les dio por eliminados. Ahora, la situación ocurre a la inversa. El que puede sentirse infravalorado es el Leizpig y el que tiene que saber administrar el cartel de favorito es el Atlético de Simeone. "No podemos ser el nuevo Liverpool". Esa es la frase marcada a fuego en la mente de los jugadores del conjunto colchonero y la cara de Koke y Simeone al conocer el nombre de su rival lo evidenció claramente.
El plan de los rojiblancos, por lo tanto, sigue siendo el mismo: terminar la Liga entre los cuatro primeros y una vez finalizado el campeonato realizar una pretemporada diseñada para ganar su primera Champions en Lisboa. El Leizpig, por su parte, ya ha terminado de competir firmando un tercer puesto muy meritorio en la Bundesliga.