Hablar de Mark Fenwick –socio director del estudio de arquitectura Fenwick Iribarren Architecs (FIA) junto a Javier Iribarren– es hablar de proyectos impresionantes, entre ellos grandes estadios de fútbol y distintas instalaciones deportivas en todo el mundo. Este estudio, con sede en Alcobendas (Madrid), es el encargado de diseñar tres de los ocho estadios del Mundial de Qatar 2022, así como el RCDE Stadium del Espanyol en Cornellá-El Prat y el Nuevo Mestalla (el futuro estadio del Valencia CF, todavía sin denominación oficial).
Eso a nivel deportivo porque, al margen de esta tipología, FIA ha diseñado Caleido, la quinta torre del distrito financiero de Madrid (180 metros de altura y 35 plantas), además de ser coautores de Torre Espacio, dos de los pocos rascacielos construidos en España. Paralelamente diseña edificios de viviendas, tanto privadas como sociales, además de centros comerciales de vanguardia, entre otros proyectos.
No es de extrañar, pues, que Fenwick Iribarren Architecs, fundado en 1990, cuente con un reconocido prestigio a nivel mundial –no en vano, se trata de uno de los pocos estudios de arquitectura españoles que trabajan en importantes proyectos internacionales en países como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, China, Malasia y Marruecos–. Estos días ha saltado a la actualidad al elaborar un decálogo en el que detalla las principales transformaciones que conllevará esta nueva era para el mundo del deporte tras el confinamiento por coronavirus.
La reducción del aforo, puertas de apertura automática, activación de luces por sistemas de detección infrarrojo, aplicación de la cultura del no contacto —incluyendo inodoros de autodescarga y dispensadores automáticos de jabón en los aseos—, pago a través del móvil de distintos servicios como la venta de entradas, consumiciones y compras… son algunos de los retos a los que se enfrentan los estudios de arquitectura a la hora de diseñar los estadios de fútbol y otros recintos deportivos.
Distancia social y evitar el contacto
Libertad Digital ha querido charlar con Mark Fenwick para que detalle todas estas medidas. Este arquitecto de origen británico, que lleva varias décadas afincado en España, habla de los distintos retos que tienen que afrontar y advierte cómo va a cambiar no sólo la cultura del deporte a nivel mundial, sino cómo se va a transformar la sociedad en general. Vienen nuevos tiempos, a los que lógicamente costará adaptarse, pero Fenwick lanza un mensaje de optimismo: "Hay motivo para la esperanza porque saldremos más reforzados".
"Vienen varios retos en este nuevo mundo post viral porque no sabemos qué va a pasar después. Los estadios de fútbol y los recintos deportivos conllevan ahora mismo un miedo lógico, por su altísima afluencia, pero la sociedad tiene que ir superándolo. Como la arquitectura también tiene que ir solucionando estos retos", apunta Mark Fenwick a este periódico.
Los dos pilares básicos que señala Fenwick para prevenir el contagio del virus son "la distancia y no tocar". "El reto del distanciamiento viene antes incluso de la llegada al estadio, con el transporte público. En este aspecto resulta clave evitar las colas y fomentar que la gente esté menos tiempo esperando, precisamente para esa exposición al virus. Luego está el tema de la grada, con la gente allí muy compactada. Ya vimos cómo el aforo de los estadios ingleses se redujo un 30 por ciento después de la Tragedia de Hillsborough (96 muertos en una avalancha ocurrida en el estadio de Hillsborough el 15 de abril 1989) y no pasó nada. De hecho, se hicieron más confortables", relata.
Reducción del aforo y sistemas automáticos
En el caso del aforo en la época post coronavirus, Fenwick calcula que tendrá que reducirse "entre un 10 y un 15 por ciento". "¿Será algo transitorio? Yo creo que no, que será algo estructural, para quedarse. El tema del aforo será uno de los retos, como también lo será crear zonas para personas de riesgo, igual que se crean zonas para gente con minusvalías. Habrá que inventar algo en la grada para que haya zonas seguras para las personas", señala un Mark Fenwick que confía en que 2020 no sea un año perdido en cuanto a la presencia de aficionados en los estadios.
"Hay que perder el miedo y volver al estadio lo antes posible, como cuando uno se cae del caballo y tiene que volver a subirse", dice en este sentido el arquitecto, apelando siempre a la responsabilidad social. "Los clubes tienen que pensar en cómo reducir el aforo y en poner en marcha medidas para evitar colas, tanto en el acceso al estadio como en los descansos, como cuando el aficionado va a por el bocadillo o su refresco. Hay que implantar sistemas para que puedan hacer sus pedidos por teléfono y puedan ir a recogerlo cuando esté preparado o incluso se lo lleven a sus asientos", asegura.
Respecto a los accesos a los recintos deportivos, Mark Fenwick apuesta por sistemas que permitan medir la temperatura corporal de los aficionados, así como por una tecnología de reconocimiento facial vinculado a la base de datos, con lo que "se ganaría tiempo a la hora de entrar en el campo, evitando el contacto por un lado y también el acceso a las personas de riesgo por otro".
Unas medidas que también afectan a los aseos en los estadios y otras instalaciones deportivas, como por ejemplo implantar "sistemas automáticos para el encendido de grifos, de secado de las manos, de coger jabón o tirar de la cadena... todo eso tiene que ser sin tocar nada", ahonda en este sentido Mark Fenwick. "Hay que darle una pensada a todo esto", reitera el arquitecto que, al margen de la Tragedia de Hillsborough, también pone como ejemplo otro acontecimiento histórico como fueron los atentados del 11-S a la hora de replantear la seguridad de los distintos eventos.
Tecnología ante la ausencia de aficionados
En la gran mayoría de países siguen paralizadas las competiciones –en el caso del fútbol, actualmente sólo se están disputando las ligas de Bielorrusia, Nicaragua, Turkmenistán y Burundi, después de que la de Tayikistán haya decidido echar el cierre al menos hasta el próximo 10 de mayo–, con lo que han ganado auge los torneos virtuales, aunque Mark Fenwick destaca que "no tiene nada que ver" con un evento físico. "Es una diferencia enorme porque cuando vas a al campo como aficionado eres un participante más, eso no se consigue en un evento digital. Hay que validar esa sensación de ir al estadio", señala.
Para tratar de paliar esta ausencia, la liga bielorrusa de fútbol y la competición taiwanesa de béisbol han ideado ingeniosos métodos con el fin de poblar las gradas de aficionados, desde maniquíes con fotografías de los seguidores hasta ubicar robots en los asientos. Ideas que Fenwick no termina de ver con claridad. "Comprar 50.000 maniquíes es casi más caro que comprar a Cristiano Ronaldo, pero sí que hay maneras tecnológicas. En la televisión se puede rellenar virtualmente la grada con gente y, en cuanto al ruido, es posible instalar una gran megafonía en el estadio, haciendo incluso que la gente participe desde sus casas mandando mensajes de móvil y que luego los reproduzcan por esa megafonía. Los jugadores pueden percibir ese ruido, aunque obviamente no es lo mismo", relata el arquitecto a LD.
Los estadios de Qatar 2022...
Como periodista especializado en deportes, a este redactor le resulta imposible charlar con Mark Fenwick y no preguntarle por el Mundial de Qatar 2022 –las fechas se mantienen entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre–, pues el estudio que dirige junto a Javier Iribarren ha diseñado tres de los ocho estadios: dos de ellos en Doha (Estadio Al Thumama, con capacidad para 69.000 espectadores, y el Ras Abu Aboud para 48.000) y el otro en la ciudad de Rayán (Estadio Qatar Foundation, para 45.350).
Fenwick ha explicado cómo evolucionan las obras de esos tres estadios: el Qatar Foundation está terminado, el de Al Thumama está al 70 por ciento y el Ras Abu Aboud, del que el arquitecto se muestra especialmente orgullo, al 40%. Se trata este último de un estadio "muy divertido y rompedor", con cajas de distintos colores como si de un Lego se tratase –rojo para seguridad, amarillo para los aseos o azul para concesiones, por poner algunos ejemplos–, que es "totalmente desmontable". "No entiendo cómo no se ha hecho antes algo así. Este estadio va a ser una referencia para futuros eventos y, debido a sus características, es un ejemplo de sostenibilidad importante", afirma.
Lo que tiene claro este arquitecto de origen británico es que Qatar "ha hecho muy bien los deberes" porque los ocho estadios "estarán terminados un año antes de que empiece el Mundial". "Qatar es un país pequeño, obviamente con mucho dinero, que se lo ha tomado muy en serio. Hemos visto los ejemplos de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 o el Mundial de Brasil 2014, donde los estadios se terminaron después de haberse disputado los eventos, pero con esta Copa del Mundo va a ocurrir todo lo contrario", asegura Mark Fenwick.
... y los proyectos en España
Aquí en España, su estudio de arquitectura ha diseñado el estadio del RCD Espanyol –elegido en 2013 como el mejor estadio de la Primera División Española por 'Aficiones Unidas', la Asociación Española de Federaciones de Peñas de Fútbol– y el nuevo campo del Valencia, además de asumir el proyecto de las obras para suprimir el foso del Nuevo Zorrilla, el estadio del Real Valladolid, con el fin de ganar 1.594 asientos. "Hemos hecho una pequeña cirugía para eliminar el foso, que era algo muy anticuado, y acercar la grada al terreno de juego", dice Fenwick sobre el campo del conjunto blanquivioleta.
Aunque no sea competencia suya, Mark Fenwick ha querido opinar también de la reforma del estadio Santiago Bernabéu, a cargo del equipo de arquitectos GMP/L35/Ribas. "Los arquitectos son amigos míos y también los del Real Madrid. Hice con ellos el plan director del estadio antes del concurso (enero de 2014) y vi todas las opciones. Sólo puedo decir que va a ser un estadio brutal, espectacular. Como todo lo que hace el Real Madrid, que es siempre de primerísima calidad", señala.
"La economía no se reanimará en cinco meses"
Lógicamente, Fenwick Iribarren Architecs también se está viendo afectado por el Covid-19, aunque destaca que los numerosos proyectos que tienen en el estudio les permite mitigar los efectos de la crisis económica. "Es un golpe brutal, una frenada en seco que no nos esperábamos hace tres meses. Pero los estudios de arquitectura, y sobre todo los que tenemos proyectos en marcha, somos como los barcos petroleros, que para poder detenerlos necesitas tiempo. Eso sí, la economía no se va a reanimar en cuatro o cinco meses", explica.
Pese a este ejercicio de realismo, Mark Fenwick también cree que "hay motivos para la esperanza". "Las crisis son muy peligrosas, pero siempre digo que hay oportunidades y que vamos a salir con nuevos retos y oportunidades. Pienso que va a haber mejores estadios y mejores eventos, aunque los arquitectos tenemos un listado de tareas para mejorar el confort, la seguridad y la salud en los estadios. Son tiempos complicados, pero estoy convencido de que saldremos mejor de esta crisis, más reforzados", fue su mensaje de optimismo como colofón final a una distendida a la par que interesante charla, de unos 22 minutos de duración, con Libertad Digital.