Pep Guardiola es un obseso del juego con los pies de los porteros. Tener un buen juego de pies es clave en los equipos del entrenador de Sampedor. En el Barcelona, con Víctor Valdés a la cabeza, comenzó una religión que Guardiola lleva como santo y seña en su carrera como entrenador: los saques en largo de los porteros están prohibidos.
Tras dejar el Barcelona, Pep recaló en el Bayern. En el conjunto alemán se topó con uno de los guardametas que mejor juego de pies tiene en el mundo: Manuel Neuer. Era tal la calidad que le veía Guardiola con los pies, que el técnico español llegó a plantear una surrealista cuestión: poner a Neuer como centrocampista. Así lo ha asegurado Karl-Heinz Rummenigge, director general del Bayern de Múnich, en una reciente entrevista: "Después de ganar un título, Guardiola apareció con la idea de colocar a Neuer en el mediocampo durante un partido. Fue difícil disuadirlo de esta intención, que podría haber sido interpretado como un acto de arrogancia. Sin embargo, creo que él también habría hecho las cosas bien como volante".