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Benzema resuelve la batalla táctica entre Real Madrid y Atlético (1-0)

El tanto del francés en la segunda parte decantó la balanza en favor de los locales. Lesión de Morata y posible penalti de Casemiro.

Benzema celebra el 1-0 del Real Madrid. | EFE

Viendo cómo llegaban Real Madrid y Atlético de Madrid al derbi madrileño muchos seguidores de ambos equipos se veían venir uno de los encuentros mas desiguales de los últimos años entre estos dos conjuntos. Sin embargo, el partido, una vez más y ya van unas cuantas desde que Simeone regresó al Atlético, se definió por detalles. Los rojiblancos fallaron las que tuvieron. El Madrid, no. Los locales vieron puerta gracias a su nueve. Los visitantes perdieron la batalla táctica cuando el suyo fue retirado con molestias en el gemelo. Zidane mira al banquillo y ve posibilidades. Simeone mira al suyo y ve parches.

Así son los derbis entre Real Madrid y Atlético de Madrid. Igualados. Tensos. Polémicos. Definidos por la calidad de unos o por los errores de otros. Y ese fue también el caso del 1-0 que se pudo ver en el Santiago Bernabéu. Cuando Zidane perdió la batalla frente a Simeone, el Atlético demostró que puede y sabe jugar al fútbol. Cuando el Cholo perdió a Morata y Zidane pasó de cinco a cuatro medios para dar vida a su equipo con extremos, el Real Madrid demostró por qué es el líder de Primera División.

Podríamos estar así líneas y líneas, pero son muy ligeros los detalles que definieron el derbi del Bernabéu. Lo que ya no lo es tanto es la distancia entre Real Madrid y Atlético en la tabla. Los colchoneros se quedan a trece puntos del líder y podrían quedarse sin Morata por un tiempo medio-largo. Lo que queda muy claro es que uno de los clubes tiene un proyecto amplio y el otro se quedó en el famoso 3-7 de pretemporada sin ninguna ayuda desde la directiva que haga que el Cholo mire al banquillo y vea algo parecido a lo que ve Zidane.

Polémica y un gran Atlético al inicio

La primera parte fue prácticamente rojiblanca gracias a tres elementos importantes en el guion del inicio del choque: Vitolo, la intensidad del Atlético y el caos blanco. Por partes. Vitolo es sin duda uno de los nombres a señalar porque la diferencia entre un Atlético de Madrid caótico y fallón a uno peligroso y perfectamente sincronizado con el estilo del Cholo pasa por la precisión en la salida de balón. Cuando no la tiene es un equipo muy limitado, pero si alguien controla la pelota, la mueve o incluso la sabe esconder para después lanzar las contras o, como mínimo, para sacar una falta, el Atlético se convierte en peligroso. Esa diferencia la marcó Vitolo, que asumió la tarea de pivotar todo el juego de contragolpe del Atlético en él.

Aparte de Vitolo, al intensidad colchonera fue mayor que la blanca y eso también está asociado con el tercer elemento en discordia, el caos blanco. Los cinco centrocampistas que puso Zidane para controlar la pelota y obligar al Atlético a meter sus dorsales en la portería de Oblak no funcionaron y ni tuvieron la pelota ni lograron recuperarla. Thomas y Marcos Llorente recibieron muy bien los apoyos de sus compañeros y solo Fede Valverde desatascó al Real Madrid con alguna jugada por banda que obligó a los defensores a frenar la velocidad del pajarito merengue.

El paso de los minutos afianzó aún más la estabilidad visitante y en esos momentos llegó la oportunidad de Vitolo, el palo de Correa y la caída de Casemiro sobre Morata que ni el colegiado ni el VAR quisieron asumir como una acción importante. En caso de duda, como pasó en las 9 faltas que cometió el Real Madrid en la primera parte, el colegiado y sus compañeros se pusieron más caseros que visitantes. Ni una amarilla se vio en la primera parte salvo una a Simeone por protestar la ausencia de las mismas. En su día se temió por el excesivo uso del VAR. Ahora se echa de menos un mínimo uso del VAR.

Volviendo al partido, el plan de Zidane hacía aguas y tocaba hacer variaciones. Lucas y Vinicius por Kroos e Isco. Un nuevo partido comenzaba en la segunda parte y ese nuevo choque sí lo ganó el Real Madrid.

Victoria extrema de Zidane

Al actual Real Madrid no le puedes conceder ni un resquicio porque ya no es un equipo blando en defensa. Puede que Zidane se atasque en ataque, pero tiene la seguridad de que en la búsqueda de soluciones puede sostenerse sobre el trabajo grupal del equipo. Al francés le salió todo bien en la segunda parte. Quitó músculo en el medio para buscar verticalidad por las bandas y, cuando vio a Morata salir del campo por molestias, el técnico galo empezó a intuir que la balanza se inclinaría de su lado.

Si en la primera parte el Atlético fue vertical y peligroso con Vitolo aprovechando el sacrificio de Morata en punta, en la segunda eso desapareció y además el Real Madrid desatascó su centro del campo para hacer lo que mejor sabe hacer, defender y atacar en equipo. Del caos extremo al extremo en cada banda y es que a veces el fútbol se puede oler y no solo desde el propio estadio sino también desde el sofá de casa. Con dos jugadas por banda ya se intuyó que el gol no tenía raya rojas sino que era blanco e impoluto y a los 56 minutos, cinco después de la salida de Morata del campo, Benzema remató a gol un centro perfecto de Mendy desde la izquierda. El Madrid necesitaba un cambio de extrema necesidad tras la primera parte y ante problemas extremos, soluciones extremas.

A partir del gol, el Atlético se deshizo y el Real Madrid tuvo varias opciones de matar el choque. Ni siquiera el debut de Carrasco hizo temblar el pulso madridista porque la victoria se había cerrado en el vestuario con Zidane y del minuto 50 al 56 entre Benzema y Morata. Los tres puntos fueron del líder y otra semana más el Atlético tendrá que lamerse las heridas.

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