El último año ha vivido la vida frenéticamente. Siempre le gustó saborear las experiencias pero seguro que hubiera preferido que el 2019 recién terminado hubiera ido mejor. Luis García Plaza (Madrid, 1972) fue destituido hace un año del Villarreal, aceptó luego volver al Beijing Renhe y su segunda etapa en el equipo asiático no fue tan bien como la primera. Rescindido su contrato con el club chino aceptó, en diciembre, la llamada del Al Shabab de Arabia Saudí. Desde allí recibe la llamada de Libertad Digital para contarnos cómo es el fútbol en aquel país, donde se disputa una Supercopa extraña, de nuevo formato y muy polémica.
"En el mes y medio que llevo aquí he sentido la pasión por el fútbol, con campos llenos, el deporte es pasional en este país y es verdad que tienen simpatías por el Madrid y por el Barcelona y apoyarán a los dos equipos hasta el domingo. Aquí el fútbol es el deporte por excelencia y la gente tiene a su equipo, pero eso no es óbice para que estén en el estadio" afirma Luis García que nos cuenta la expectación que levantó el gran partido entre líder y segundo el pasado fin de semana en la liga local. "El campo se llenó, fue increíble, ahí se vio el gran espectáculo que supone este deporte en este país".
La Supercopa de nueva creación, tan polémica por llevarla a un lugar que tiene limitados los derechos humanos fundamentales a parte de la población, tiene su lugar en la charla. "Hay un tema económico que es inevitable obviarlo y la Supercopa es un espectáculo de grandes dimensiones, es decir que traerlo aquí es importante. Otra cosa es la restricción de derechos fundamentales, por ejemplo a las mujeres. Pero es verdad que se está abriendo cada vez más la mentalidad. Acaban de empezar a abrirse y se nota que están aún muy lejos, aunque es verdad que se les da más protagonismo y más acción" nos comenta García Plaza, que también añade que "predominan las acciones destinadas al turismo, en eso sí que hay que decir que están volcados. Eso es lo verdaderamente importante".
Aceptó el técnico la llamada del Al Shabab, uno de los históricos en el país, "fueron quintos el año pasado pero han ganado muchas Ligas. No tenemos ahora el presupuesto de los primeros equipos pero somos, haciendo una comparación, un Valencia o un Sevilla de la Liga española". El míster se encuentra, además, en plena Copa Árabe, una especie de Europa League pero sólo con equipos del Golfo. "Es una competición que me ilusiona mucho. Hemos encarrilado el pase a semifinales y si logramos llegar a ellas sería un éxito tremendo".
Habla de la Liga española. "Está apasionante y no me extrañaría que con 80 puntos se fuera campeón este año. Ya no hay esa superioridad que demostraban Madrid y Barcelona estos últimos años" y, cuando le pedimos pronóstico para este torneo, apunta que "la Supercopa va a estar muy reñida. Es una competición diferente, por el país y por el formato. La mayoría de aficionados va a ser local y los equipos no van a tener el apoyo de los suyos"
Pasamos del invierno en España a un verano casi permanente en Yeda, la localidad donde se jugará el torneo. El tema del calor ha preocupado a los equipos españoles, pero García Plaza le quita importancia, "refresca mucho por la noche y es un lujo hacer los entrenamientos a partir de las seis de la tarde. Hay que usar una chaqueta por la noche y eso se agradece". Hay que recordar que los partidos de semifinales comenzarán a las diez de la noche, hora local y la final, a las nueve, el domingo.
La polémica seguirá estando en el debe de Luis Rubiales. El presidente de la Federación aceptó 120 millones de euros por celebrar, durante tres años, este torneo en formato Final Four, en Arabia Saudí. Acercarse a ese país para saber, a través de un entrenador español, cómo se vive el fútbol allí ayuda bastante. Aún así nunca se difuminará esa sensación de extrañeza en la decisión. A ver cómo sale.