Roberto Soldado ha vivido muchas batallas en su dilatada carrera como futbolista pasando por Real Madrid, Getafe, Valencia, Tottenham o incluso llegando a Turquía para seguir marcando goles en territorio otomano. Ahora en Granada vive sus últimos años de fútbol con la cabeza más asentada y sabiendo lo que ha hecho bien y mal dentro del fútbol.
En una entrevista para The Guardian, Soldado ha hablado de la "mala" vida que llevaba cuando era el '9' promesa del Real Madrid: "Era un niñato en aquella época. Había jugadores ejemplares como Figo, Zidane o Raúl que eran muy profesionales y yo, en vez de seguir su ejemplo, miraba a otros. Yo salía pensando que era más grande que Beckham. Alguien debía haberme cogido y haberme dado una buena bofetada".
Soldado repasa su mentalidad y también su físico durante aquella época: "Pesaba siete kilos más que ahora. Me avergüenza. No me cuidaba y comía muchísimo. Ahora veo fotos y pienso que cómo iba a jugar con los Galácticos con ese estado de forma. Si me dabas una copa de vino, me la bebía, y si estábamos hablando y a gusto, me tomaba otra. Con 17 o 18 años, si alguien decía de salir a beber algo a la 1 de la mañana, yo era el primero que estaba listo para salir".
En estos años de dura transición a la madurez, Soldado cuenta que su padre y el Real Madrid se vieron obligados a intervenir: "El Madrid llamó a mis padres. Mi padre se cogió una excedencia de dos años, se mudó a Madrid y me puso límites. Entonces me mudé con un amigo. Ahí conocí a mi mujer y todo se asentó. Sabía que había ido demasiado lejos. Me pasé de la raya".