Una vez destituido como entrenador del Tottenham, adonde llega ahora José Mourinho, la pregunta es: ¿qué va a pasar con Mauricio Pochettino? El nombre del técnico argentino, que la pasada campaña llevó a los Spurs a disputar la final de la Champions ante el Liverpool en Madrid, vuelve a sonar para el banquillo del Bayern de Múnich.
De momento, el técnico del conjunto bávaro es Hans-Dieter Hansi Flick, un excentrocampista que vistió la camiseta del Bayern durante cinco temporadas (1985-1990), que se hizo cargo del banquillo hace unos días tras la destitución del germano-croata Niko Kovac.
El Bayern está firmando una campaña decepcionante en la Bundesliga, donde marcha tercero con 21 puntos —empatado con Leipzig y Friburgo—, a cuatro del líder Borussia Mönchengladbach. Todo lo contrario que en la Champions, donde los bávaros mantienen de momento una marcha inmaculada al firmar un pleno de 12 puntos en las cuatro primeras jornadas, con 15 goles a favor y cuatro en contra, habiendo sellado ya el billete para octavos de final y dejando prácticamente amarrado el primer puesto de grupo.
Pero, salvo sorpresa, todo apunta a que Flick no seguirá en el puesto de entrenador. A favor de la contratación de Pochettino —incluso con la posibilidad de que llegue en este mismo mercado de invierno— está el hecho de que uno de sus principales admiradores es el director deportivo de la entidad, Hasan Salihamidzic.
El ejemplo de Guardiola
Sin embargo, también hay una serie de factores que juegan contra el preparador santafesino, de 47 años. En primer lugar, Pochettino no habla alemán, lo que es considerado como una condición indispensable por la cúpula del club. Muchos aficionados podrían pensar en este punto: ¿y qué pasó entonces con Pep Guardiola? ¿Hablaba alemán cuando aterrizó en el Bayern en verano de 2013? La respuesta es sí.
Un año antes, tras dejar el Barcelona en 2012, el técnico de Sampedor decidió tomarse un año sabático y en noviembre de aquel año, dos meses antes de que el Bayern de Múnich oficializara su fichaje, se puso a aprender alemán. Guardiola estuvo estudiando cuatro horas al día durante siete meses, desde noviembre hasta el día de su presentación el 24 de junio, y no le fue nada mal. Partía de cero, no tenía ningún conocimiento de la lengua germana y el tiempo se le echaba encima. Sin embargo, nadie de los que lo conocen bien dudó de que tendría éxito, como el propio Pep se encargó de demostrar en la rueda de presentación con el Bayern, sorprendiendo a todo el mundo con un alemán bastante aceptable.
Más allá del hecho del idioma alemán, hay un segundo inconveniente que frenaría la llegada de Pochettino. Según informa el diario Tz de Múnich, hay un sector dentro del Bayern que mira con recelo la posibilidad de que Pochettino llegue a Múnich con sus propios asistentes hispanohablantes y creen una especie de "club dentro del club".
En esto último pesa la experiencia que se tuvo con Carlo Ancelotti, quien demostró no estar a la altura de Guardiola en cuanto a dominio del idioma alemán se refiere. Pese a ganar la Bundesliga en su primer curso —Carletto estuvo poco más de una temporada pese a haber firmado por tres años—, siempre pareció ser un agente extraño junto con sus asistentes en la entidad de Baviera.
El presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, ya ha dicho que Hansi Flick seguirá en el cargo de entrenador al menos hasta navidades y que luego tomarán una decisión respecto al banquillo. Tampoco se descarta que Flick siga incluso hasta final de temporada, aunque también es cierto que muchos de los pesos pesados del club desean contratar a un técnico de renombre y, en la lista que manejan, el candidato número uno es Mauricio Pochettino.